Inés Arrimadas ha aprendido la diferencia entre un editorial y una editorial. La líder de Ciudadanos colecciona los primeros: opiniones oficiales de los diarios, que en Madrid acostumbran a ser a favor del partido naranja. ¿La razón? que apoya a tripartitos con la extrema derecha (Murcia, Andalucía, Madrid capital y Comunidad de Madrid). En cambio ni Albert Rivera ni la lideresa catalano-andaluza son muy amigos de las editoriales, que editan libros y hacen cultura. En Cs son más de la Editorial Planeta, propietaria de Antena 3. Pero una pequeña editorial catalana, Blackie Books, ha hecho un hilo de twitter antifascista maravilloso:
La editorial catalana promociona dos libros con portadas naranja como la selección holandesa que maravilló al mundo o las chocolatinas Kinder. Una tuitera de derechas, que afirma no ser de derechas, clama porque la editorial no es amiga del partido de Carlos Carrizosa y la respuesta es todavía más desacomplejada: "Nos situamos contra partidos oportunistas e incendiarios que pactan con los fascistas".
Hay sábados que alguien decide decir basta. Como el Cádiz que hace tuits en catalán o una editorial que hace un editorial contra el fascismo. Habrá que leer Simón, de Miqui Otero, de la Editorial Blackie Books.