Quedan 24 horas para la gran boda de los Piqué, la del hijo pequeño Marc ya que el primogénito, Gerard Piqué, no se ha casado nunca ni piensa hacerlo. El digital de su enemigo declarado, Eduardo Inda, se ha inventado una noticia que solo los portales más absurdos han redifundido. Que Piqué y Clara Chía se casan. Todo el mundo que hace años que sigue a Piqué sabe que no se casará, y menos tan temprano, con la novia de hace 1 año. La boda de la verbena de Sant Joan tendrá el aliciente de ver por primera vez a Clara Chía como la mujer de Piqué, sentada en la mesa presidencial. La novia, Maria Valls, y Clara se han hecho íntimas. Viajaron con las parejas a Praga y han cerrado filas. La Vanguardia difunde una foto de los novios inédita. Estos son los contrayentes, Marc Piqué y Maria Valls.
El mismo diario de Godó ha tenido acceso a la invitación que, como muchas bodas pijas, evita dar el número de cuenta corriente, queda poco fino, pero echa una mano a los invitados señalando el temido "dress code", el código de vestimenta, cómo ir vestido a la boda. Es lo que más teme Clara Chía. Un pánico que le viene por su debut en la prensa rosa: aquella mítica portada de la revista Hola con Clara del brazo de Piqué invitados a la boda ampurdanesa de unos amigos del novio. Hola vio mal vestida, mal maquillada y mal peinada a Clara y la hundió con dos calificativos que en manos de Cuore serían "Aaaaargs". Clara Chía es "Comfy" y "curvy": viste ropa demasiado informal, confortable, inadecuada para una boda donde el confort no es el que se luce. Y viste ropa holgada, especial para mujeres curvys, con tallas grandes. Que Hola te diga eso es asesinarte:
Aquella mañana Clara no tuvo su mejor día. La chica de 24 años ha aprendido a ponerse gafas de sol, que sofistican una mirada estrábica, ha aprendido en vestir de negro, el color que siempre hace elegante y a peinarse si hace falta. Parece otra. Y ha ido a comprarse el vestido a la tienda Santa Eulàlia del Paseo de Gràcia. Se lo ha gastado. Irá fabulosa, seguro. En eso la ha ayudado el dress code que ha impuesto a Maria Valls: "Los caballeros deberán llevar traje oscuro y corbata y las damas, vestidos “coloridos, fluidos y con calzado muy cómodo”. Dado que el convite se realizará en los jardines de la masía, recomiendan dejar en casa los tacones de aguja y calzarse sandalias de jardín". A bodas me invitas, ha pensado Chía. Un vestido floreado, como los que le gustan a ella, y sin zapatos de aguja que se hunden en el césped de la casa de los Valls en Sant Andreu de Llavaneres donde se celebra el convite. Esta es la imagen que ha obtenido EN Blau, gracias a las pistas de La Vanguardia, de la impresionante mansión con hiedra en la fachada, piscina y jardín para la boda, la casa de los Valls:
Todo a punto para la gran boda, y la novia, Maria Valls, ya sabe que todas las miradas se desviarán a otra chica, la otra señora Piqué. Con vestido colorido, sandalias y sin los hijos de Shakira. Para la verbena, el petardazo es Clara Chía.