Shakira y Clara Chía son la noche y el día. Coinciden en poquísimas cosas: más allá de una semblanza física, el nexo en común es Gerard Piqué. Lo han compartido en el espacio-tiempo, provocando la explosión de una de las relaciones más famosas de la farándula y desatando una oleada de odio visceral por parte de la colombiana y de sus fans. El problema que tiene el team Shak, sin embargo, es que no pueden hacer demasiada sangre con su sustituta. Lo intentan a través de ridiculizaciones, de rumores inventados y de prohibiciones expresas, pero Chía aguanta la presión como una campeona. Y eso les escuece todavía más, porque ya no es que no entiendan cómo el exfutbolista ha cambiado a una diva internacional por una "cualquiera" de 22, es que además parece inmune a su artillería.

La sencillez, la normalidad y la ausencia de trapos sucios es una de las grandes bazas de Clara. También una madurez sorprendente e impropia de una persona de su edad: el paso de estudiante y camarera de fines de semana a una de las personas más buscadas por medio mundo destaca por la resignación, la naturalidad y mucha paciencia. Por algo Piqué se ha enganchado a ella, no se engañen. ¿Qué dejar a tu mujer y madre de tus dos hijos con infidelidades por medio es feo? Verdad. ¿Qué nadie, absolutamente nadie, hemos convivido con la pareja y no tenemos ni idea de lo que pasaba en su intimidad? También. Shakira explica su versión a través de torpedos, pero Piqué no habla. Y mira que ha tenido oportunidades. Lo que se ha hecho, se ha hecho y punto. No remueve más el estercolero, ya es suficiente. Live and let live.

Gerard Piqué / RAC1
Shakira / Daily Mail

Clara Chía se ha convertido en una estrella, pero no abandona la sencillez y la naturalidad

Es cierto que Clara se ha convertido en una estrella del firmamento del chismorreo internacional. Que genera un enorme interés, incluso entre sus detractores. Son muchos, tantos cómo los de su pareja. Pero también tiene seguidores y fans incodicionales, gente que la valora y que no está dispuesta a dejar que la pisoteen a todas horas. En Twitter tenemos una cuenta muy bien conectada con el entorno de la joven y que pasa información para seguirle la pista. Últimamente la especialidad es explicar la cara 'b' de Chía, que no es más que la cara 'a' de toda la vida con la diferencia de que ahora es famosísima. Una chica estudiante, entusiasta, de buena familia, sin estridencias ni comportamientos extraños. Cautivadora precisamente por ser genuina, nada impostada.

Clara Chía de joven / Instagram

Chía sudando la gota gorda en su gimnasio de la zona alta de Barcelona

El último documento nos permite conocer de primera mano la gran afición por el deporte de Chía: se machaca haciendo fitness. Da clases en las que suda la gota gorda al máximo en un gimnasio del Upper Diagonal, en Sarrià-Sant Gervasi. Allí libera mucha serotonina, la hormona de la felicidad: precisamente el nombre del centro deportivo donde tienen como socia a una de las celebrities del momento. Clara se deja tanto la piel que incluso la premian por su conducta, una crac. Feliz, risueña, disciplinada, jovial: a Clara da gusto verla. Estos son los vídeos que se han filtrado en redes sociales, y que vuelven a demostrar que la novia de Gerard es una chica que toca con los pies en el suelo... siempre que no los tenga que levantar para hacer un sprint.

Clara Chía haciendo fitness @clagerfans

No hay debate posible: Clara-mente vale la pena.