Shakira ya está en Miami con Milan y Sasha Piqué. Barcelona ya es historia, pantalla pasada. Lo mismo pasa con la relación y la ruptura con Gerard Piqué, a pesar de los vínculos que los unirán para siempre, pero sobre todo es lo que debería ocurrir con Clara Chía. La joven catalana, pareja sentimental del exfutbolista culé y enemiga número 1 de la colombiana y de su legión de seguidores, no tendría que existir nunca más en esta ecuación. Pero no, no es así. Ni mucho menos. La artista abrió una puerta gigante por la cual el odio entra y sale alegremente, llegando a límites nauseabundos. Hemos visto diferentes casos, pero algunos pensábamos que con la de Barranquilla instalada en EE.UU. la situación cambiaría. Qué error.
La cantante acaba de emitir un comunicado exigiendo a los medios de comunicación respeto e intimidad para sus hijos de 10 y 8 años. Desde el punto de vista de una madre, totalmente comprensible. Desde el de una estrella del pop que ha facturado millones de euros con el culebrón, en la que los niños han jugado un papel importante y de exposición pública innegable, pues vaya, resulta cuando menos curioso. No seremos nosotros, sin embargo, los que rebatamos su deseo de ofrecer a los chiquillos una vida tranquila y alejada del escrutinio público, pero ya puestos a pedir cosas justas, le hacemos un ruego: que calme a sus fieras con respecto a Clara Chía. Sobre todo porque el nivel que demuestra su ejército la deja muy mal, como la líder de un grupo abyecto, cavernario y asqueroso.
La identidad de género de Clara Chía, la nueva ofensiva de los fans de Shakira
La denuncia la hacemos a través de una serie de publicaciones de la presentadora catalana de 'Socialité' en Telecinco, Núria Marín. No deja de recibir mensajes preguntándole por la verosimilitud de un rumor extendido en América a través de medios y digitales diversos. Algunos de ellos, incluso, lo dan por cierto. El resumen: "Clara Chía es una mujer transgénero, y Gerard Piqué lo sabía". Que nadie se equivoque: como muy bien dice la periodista, el problema no es que Chía fuera trans, ni mucho menos. Todo lo contrario. Lo que es absolutamente indigno es que se utilice esta condición para atacar a alguien, utilizando la palabra 'trans' como algo peyorativo, como motivo de befa y escarnio. Aquí es donde se demuestra la categoría moral de buena parte del fandom shakirista: entre otras cosas, se retratan como tránsfobos.
Núria Marín, de Telecinco, estalla contra las mentiras y la transfobia
Marín, acertadísima: "Se puede ser fan de Shakira sin atacar a Clara Chía". Qué gran verdad. Y otra más, que todavía hará más daño: "Quien se fue con otra fue Piqué". Por si no lo entienden o no lo quieren entender: dejad en paz a Clara Chía. Y añadiremos: dejad en paz al colectivo trans. La de Telecinco dice que "no sabemos como le pueden afectar este tipo de rumores". Sabemos que Clara es inteligente y está por encima de estas manifestaciones de odio tan caducas y reaccionarias, pero ya es suficiente. Marín remata: "Me cabrea que haya gente que se cree todo lo que sale en internet". Eso y que haya auténticos tarados que difunden esta porquería ofensiva contra un colectivo discriminado.
La broma se ha acabado. Como dijo la Pantoja, "cómprate una vida".