La hipocresía del diario madrileño, unionista y cínico El Mundo no conoce límites. La historia de la viñeta cómica del miércoles es para poner el diario de Unidad Editorial a secar suelos fregados. Recordarán un tuit de la exconsellera de Enseñanza Clara Ponsatí, eurodiputada y exiliada en el Reino Unido, retuiteado por Carles Puigdemont, que hacía humor al inicio del coronavirus, el 15 de marzo cuando la mortandad no era pandémica y el foco del brote estaba en Madrid:
Ponsatí se vio sometida a una campaña infame que le hizo borrar el tuit. El diario El Mundo tituló ese tuit así: "El independentismo se burla de los más de dos centenares de muertos por el coronavirus en Madrid". El diario dirigido por Francisco Rosell considera que Ponsatí se burlaba de 200 muertos. Tres meses más tarde, en las residencias de ancianos de Madrid se cuentan seis mil muertos por coronavirus. Seis mil son muchos más que 200. Parecería más inapropiado bromear de los muertos con la frase De Madrid al cielo. Quien ha hecho una viñeta de humor con una yaya muriéndose en Madrid y esta frase que El Mundo consideraba tan ofensiva es, sorpresa, el caricaturista de El Mundo Julio Rey:
Alfombra roja. Gallego & Rey @gallegoy_rey pic.twitter.com/8E4RPI62zX
— JulioRey (@ReyDibujante) June 10, 2020
Clara Ponsatí no ha contestado al dibujante pero las redes sí:
Lo dijo Clara Ponsatí y fue tildada de nazi supremacista catalana.
— Aswell in the sky (@ullfollmurri) June 10, 2020
Dónde está hoy esa chusma llamándote NAZI tal como hicieron con @ClaraPonsati . Esa chusma patriótica nazionalcatolicista de Ñ.
— Ramon (@aurearamon) June 10, 2020
Dime una cosa @ReyDibujante, qué diferencia hay entre este dibujo (pésimo) y las palabras de @ClaraPonsati (pésimas)????? Ah! calla, que es catalana y independentista! Aja!#SegunCaigaLaTostada
— Nela �������� (@MLLRIO) June 10, 2020
Esto no es Delito?? Lo digo por lo de Pontsati y tal,,,, en fin !! Suerte que nos quedará el respeto personal por los fallecidos.
— BCN1984 (@bebaripi) June 10, 2020
El Mundo ya ha echado a Javier Negre, Fernando Sánchez Dragó o Carmen Rigalt. Ahora sólo queda despedir al caricaturista y al director. Por hacer el ridículo y a la vista de todo el mundo.