Hay actrices por las que En Blau tiene devoción. Clara Segura es una de ellas. Con un talento impresionante delante de la cámara, hace creíbles y verosímiles todos los papeles que aborda. Pero es que ahora, además, ha vuelto a dar una nueva muestra del sentido común, la inteligencia y la sensibilidad que tiene también como persona en una masterclass en el programa de TV3 El Suplent. El espacio donde diferentes famosos se ponen en la piel de profesores suplentes por un día en alguna escuela de Catalunya para intercambiar opiniones con los sorprendidos alumnos volvió a tener, como el estreno con el Mago Pop, un gran recibimiento por parte del público: un excelente 17% donde la actriz habló, sobre todo, de la desigualdad de género que impera en la sociedad.
Instituto Baix Camp de Reus. La profesora habitual de catalán no está. Aparece Segura. Pero no hablan sólo de gramática. Porque la lección que recibieron los jóvenes es de las que permanecerán (esperamos) mucho tiempo en su recuerdo. En el suyo y en el de los espectadores. El constante goteo de víctimas de violencia de género, la sentencia de La Manada, las manifestaciones del 8M, los acosos en entornos profesionales, el #metoo... Muchos temas encima de la mesa. Y muchas reflexiones que valen mucho la pena. Utilizando la base (una clase de catalán), Segura aprovecha para abrir el campo. Miren qué ejercicio gramatical les propuso:
"Encèn" ("enciende") lleva acento en catalán, pero cerrado, "encén". Es lo de menos. Los alumnos se quedan pensativos por el contenido de la frase, "Apaga la tv, enciende tu clítoris": "es una reivindicación, las teles no son feministas", "o reivindicar también la masturbación femenina", dicen un par de alumnas. "¿Por qué hablan sólo las chicas? Ya sé que ellas tienen clítoris, pero...." pregunta Segura pícara. Todavía va más allá cuando ilustra la conversación con un fragmento de un programa danés donde un presentador, hombre, entrevista a un famoso, hombre, mientras una mujer se desnuda ante ellos sin abrir la boca: "¡Qué heavy"!, dice un joven. "Se utiliza el cuerpo de la mujer para llamar la atención", dice otra.
"En la serie de TV3 'Nit i dia' se criticó que las mujeres fuéramos con sujetadores en las escenas de sexo. Las actrices sentíamos que estábamos en desigualdad de condiciones que los compañeros hombres, por enseñar nuestro cuerpo. Nos sentimos mucho más expuestas que los hombres: ¿por qué tengo que enseñar los pechos, yo? Todavía es un reclamo que las mujeres se desnuden en la tele". Una reflexión rotunda. Como la que hizo de una experiencia lamentable vivida por Virginia Woolf en 1928: "estaba sentada cerca del río, pensando en sus cosas. Se puso a caminar arriba y abajo. Apareció un vigilante del parque que le dijo: 'mira, ves, eso es la hierba, y la pueden pisar los hombres, y aquello la grava, que es por donde pueden pasar las mujeres...".
El momento más conmovedor, sin embargo, fue la constatación de que a la mayoría de chicas les habían tocado el culo en discotecas, metros, o calles, incluso, alguna de ellas confesó que la acosaron un grupo de chicos y que se marcharon asustadas. Una realidad dolorosa. Clara también levantó la mano: "me hice una propuesta de joven: quería ser capaz de ir con la mochila detrás y no delante para tapar mis pechos... Pero pasó un coche y me gritó: 'vaya tetas', y me la volví a poner delante". Con unos lemas finales escritos por los propios chicos y chicas que escucharon atentamente a Segura: "Tenemos la sartén por el mango, y no precisamente para cocinar" o "No es importante el género, sino lo que generas". Un programa necesario. Y una maestra para quitarse el sombrero.