El Club Super3 cumple 30 años. Es imposible pensar en la infancia en Catalunya sin recordar el club con más socios del país. Más de 1.600.000 personas podemos presumir de haber tenido una infancia esperando leer nuestro nombre en la tele la mañana de nuestro cumpleaños, mientras sonaba el mítico "años y años". Arale, Las espías de verdad, Doraemon, Mic, El detective Conan, Pingu, y muchos más, han sido los encargados de acompañar la etapa más dulce de la vida de los catalanes las últimas tres décadas.
Las estrellas de este canal infantil son La familia de los Súpers, que tomaron el relevo de personajes como el Pétreo, la Ruinosa, la Nets o el Tomàtic a partir de 2006. Hasta entonces, los protagonistas eran estos últimos, y, precisamente durante las habituales llamadas de la audiencia en el Tomàtic, se va produïr una de las anécdotas más divertidas de la historia de la televisión pública en catalán. Se trata de un niño llamado Micky que, con mucha picardía, cogió el teléfono e hizo una petición muy atrevida: pidió ver a una chica desnuda.
Tomàtic enseñó imágenes de una playa nudista y salvó la situación, cumpliendo la demanda de Micky y esquivando las restricciones de enseñar personas desnudas en horario infantil. "Y a quién no le guste, que se ponga hojas" concluyó aquel personaje, fruto del matrimonio entre un teléfono y un tomate.
Este trigésimo aniversario llega en horas bajas por el canal Super3, con respecto a la audiencia. Probablemente, el culpable sean las nuevas tecnologías, y que cada vez los niños miran menos la televisión, pero también es evidente que ha tenido una bajada muy fuerte de calidad con respecto al pasado, hecho que, seguramente, está contibuint a este hecho. Hace falta más inversión en este canal infantil, el futuro del catalán está en juego.