Helena Garcia Melero lleva unos días sin aparecer por el Tot es mou. La sustituye Sara Loscos. Pero el cambio temporal de presentadora no ha hecho que el programa no siga sorprendiendo a los espectadores con algunos hallazgos emocionantes. Y eso es lo que ha pasado en la emisión de este viernes 7 de julio, cuando una de las reporteras del programa, Ester Bertran, ha aparecido ni más ni menos que a 861 kilómetros de Sant Joan Despí, concretamente, en Lausana. ¿Por qué? Porque allí hay ni más ni menos que una nueva colla castellera, nacida de un proyecto del Casal Catalán de Lausana. Un hallazgo que ha emocionado a los seguidores del programa, cuesta de ver y emociona al mismo tiempo ver cómo se propaga un tesoro tan nuestro como son los castells.
Explica la periodista que esta tradición tan nuestra y catalana poco a poco se está expandiendo por todo el planeta. De hecho, en el programa recuerdan que "en Europa tenemos en Londres, en París, en Edimburgo... e incluso, fuera de Europa, hay en Chile, Canadá, e incluso en Australia". Hoy, sin embargo, desde donde conectaban era desde el lago Léman, el lago mayor de agua dulce de toda Europa, para ver de primera mano una de las primeras actuaciones como colla de estos Castellers de Lausana que irán con el color corporativo del verde, por el color del escudo del lado de Vaud, pero que de momento no tenían todavía las camisas de este color e iban de blanco: "La mayoría son catalanes, hay algún francés y quieren reclutar suizos y aprendieron a hacer castells en otro grupo internacional, los Castellers de París". Su cap de colla y algunos de los miembros integrantes han revelado cuáles serán sus objetivos a corto plazo: "Nuestro sueño sería ir a Tarragona, en octubre del 2024, porque habrá una diada castellera y poder hacer castillos de seis dentro de un año". Tienen tiempo para ponerse a ello, seguro que en este plazo, muchas horas de entrenamiento y toda la emoción, voluntad y ganas que tienen en estos inicios de su grupo casteller harán que los camisas verdes de Lausana consigan su propósito y ojalá los vemos en esta cita ineludible para los amantes de los castells.
También ha dicho la suya, quién si no, la enxaneta que tienen en la colla, una niña que hacía un paralelismo sobre qué significa subir a lo alto de todo de un castell con su colla: "Es como subir una montaña de Suiza así de empinada":
Como dice la reportera, seguro que lo harán de maravilla y que en poco tiempo ya harán castells que nos dejarán a todos boquiabiertos... Eso sí, se hará raro que al acabar la jornada, en vez de una buena butifarrada, lo tendrán que celebrar con una "raclette o fondue"...