Pocos programas de radio hay más hilarantes que La competència de RAC1. Lo que hacen cada día los Òscars delante del micrófono es una maravilla y una de las cosas más divertidas que se pueden escuchar. La lista de personajes inimitables a los cuales durante todos estos años han dado vida Andreu y Dalmau es inacabable: Angelines, Jean Paul Desgrava, Mohamed Jordi, Jep Cabestany, Justo Molinero, Bernat Consum, el Duque de Fire, José López Vilademunt, Zoiraida y tantos y tantos otros que hacen que el rato que va desde las doce hasta la una del mediodía pase mucho mejor con ellos al otro lado del dial.
Un programa como el suyo tiene tantísimo éxito desde hace años por diferentes razones. La primera y más obvia, porque es un programa cojonudo, diferente, original, sarcástico, divertidísimo y muy bien parido. La segunda, por la indispensable química que hay entre ellos dos. Un programa como La competència no sería posible si más allá del excelente trabajo que hacen los guionistas, no hubiera entre sus dos buques insignias la buena sintonía que hay. Los dos Òscars se entienden y este acuerdo traspasa las ondas y llega a los oyentes. Pero su historia personal no fue un amor a primera vista. Sino todo lo contrario. En una entrevista para otro programa magnífico de la emisora, el Via lliure de Xavi Bundó, los dos homónimos han confesado que cuando se conocieron estudiando el primer curso de Comunicación Audiovisual, lo que pensaban el uno del otro no era precisamente bonito: "El primer día vi en primera fila a un señor disfrazado de jugador de béisbol, y lo primero que pensé es que no sería nunca amigo de aquel cretino", dice Andreu. Dalmau replica: "Era recíproco, porque a Òscar lo conocíamos como el traficante: venía de Terrassa y cada día llevaba un mechero diferente".
¿Cómo surgió La competència? ¿Dónde y cuándo se empezó a gestar un programa como este? "Semidesnudos, en el parking del Eroski". Según explican los Òscars, el programa es una propuesta del antiguo director de RAC1 Eugeni Sallent, a la que se negaron varias veces. Finalmente acabaron aceptando: "Un verano de vacaciones en Fomentera, nos miramos a la cara, semidesnudos, en el parking del Eroski. Y nos dijimos que quizás tendríamos que decir que sí a la propuesta porque desde que estudiábamos siempre decíamos que algún día tendríamos que hacer un programa nosotros". De aquel parking del Eroski salió el pedazo de programa que es La competència, que, evidentemente, ha recibido cantos de sirena. Incluso, de las españas, cosa que haría abrir botellas de cava al Jep Cabestany y que haría empezar a sulfurar a Mohamed Jordi.
Y es que los Òscars han recibido ofertas del resto del estado. ¿Su respuesta? Maravillosa: "Ha habido alguna oferta de España, pero cuando decimos que lo haremos en catalán, nos dicen que no. Además, muchos personajes están ligados a un tiempo y un país y no tendrían sentido". Òscar Andreu, Òscar Dalamau, maravillosos. Y contentos de tenerlos aquí.