Arnold Schwarzenegger, el icónico actor y culturista, no tuvo un camino fácil en su ascenso a la cima de Hollywood. A pesar de su imponente físico, su debut en la gran pantalla fue todo menos una experiencia sencilla, y fue en su papel como ‘Conan, el bárbaro’, donde enfrentó una serie de desafíos que pusieron a prueba su resistencia y determinación. Cuando Schwarzenegger incursionó en Hollywood, el estereotipo del actor de películas de acción distaba mucho de su apariencia. En aquellos años, los culturistas tenían papeles limitados en películas de gladiadores y luchadores, pero no como protagonistas de filmes de fantasía, aventura y acción.
‘Conan, el bárbaro’, de 1982, representó una extravagante fusión de géneros al combinar acción y fantasía, donde la imponente presencia de Arnold Schwarzenegger lo convirtió en el perfecto protagonista para esta singular propuesta. No obstante, la película enfrentó obstáculos notables, pues en Hollywood no había ningún especialista con el físico adecuado que pudiera reemplazar de manera creíble al carismático actor austríaco en pantalla. Esto lo llevó a realizar él mismo las escenas de acción, convirtiéndose en uno de los momentos más desafiantes de su carrera.
Los sacrificios detrás de cámaras
En su libro "Be Useful: Seven Tools for Life", Schwarzenegger recuerda las dificultades que enfrentó en el set: “Aprendí a montar a caballo, en camello y en elefante. Aprendí a saltar desde rocas grandes, a escalar y columpiarme en cuerdas largas y a caer desde una altura. Básicamente, fui a otra escuela vocacional, esta para aspirantes a héroes de acción. Y encima de eso, Milius me hacía hacer todo tipo de cosas terribles. Me arrastraba por las rocas, toma tras toma, hasta que mis antebrazos sangraban. Corría huyendo de perros salvajes que conseguían atraparme y arrastrarme hasta un arbusto con espinas”, reveló el actor.
El libro también revela cómo Schwarzenegger sufrió una gran herida en la espalda que necesitó unos cuarenta puntos de sutura. Este incidente ocurrió debido a la falta de especialistas lo suficientemente robustos para ser sus dobles de riesgo. Sin embargo, la suerte cambió cuando el culturismo ganó popularidad y surgieron especialistas musculosos que comenzaron a integrarse en la industria del entretenimiento, finalmente cubriendo esa necesidad.
Sangre, sudor y un buitre real
Sin embargo, una de las anécdotas más sobresalientes gira en torno a la forma en que se filmó la escena en la que Conan es empalado en un árbol para dejarlo morir. En este momento de la película, estando al borde de la muerte, un buitre se posa en su hombro para comenzar a alimentarse de él, momento en el cual el personaje de Conan aprovecha para morderle el cuello y acabar con él, desafiando así su aparente destino.
Según relata el actor, el buitre involucrado no era un accesorio de la producción; era un buitre auténtico ya fallecido. En cada toma, Schwarzenegger se veía obligado a limpiar su boca con alcohol para prevenir cualquier infección, una experiencia que, ciertamente, no resultaba nada agradable y que, en la actualidad, difícilmente sería permitida en un set de filmación. La carrera de Arnold Schwarzenegger como estrella de cine de acción ha sido larga y exitosa, retomada después de su tiempo como Gobernador de California. Sin embargo, su trayectoria podría haber tomado un rumbo muy distinto si alguna lesión grave hubiera ocurrido en sus primeros días en la industria del entretenimiento.