En el mundo de los famosos hay un cliché que siempre funciona: cuál es su edad y sus parejas. Es esta parte de la intimidad de un VIP que todo el mundo quiere saber. Por eso cuando aparecen ciertas celebrities en pantalla en TV, Google va loco por encontrar la edad de, por ejemplo Makoke, que tiene 57, o de la abogada de Telecinco Montse Suárez, de 53 años.
Eso acostumbra a pasar con famosos de segundo rango y acaba de sucederle a una de las caras más populares de Telecinco, Conchita la del polígrafo
Este sábado en Sábado Deluxe hacían el polígrafo o máquina de la verdad al torero Canales Rivera y le preguntaban si era cierto que se metió en la cama de una mujer rica de 70 años. Jorge Javier con mala leche y mucha intención: "¿Tú cuántos años tienes Conchita? el amor no tiene edad".
Conchita: "Casi casi 70. Soy de la misma quinta que Mila Ximénez, 69 años".
Jorge bromea por si la polígrafa es la amante del torero: "A ver si Conchita va a ser la señora de 70, que también es adinerada". Poco se sabe de la vida privada de Conchita. Lydia Lozano reveló que es una señora que le encanta salir de fiesta:
"Perdona, tú calladita... Que nos fuimos una vez en La Palma juntas y cerrabas todos los locales.Te ibas con mi familia y estabas todo diciendo que nos fuéramos a tomar otra copa. Conchita arrasó en La Palma". "Qué sinvergüenza". "¡Quién lo diría"!, decía Matamoros.
El precio por sesión de polígrafo son 475 euros, no en la tele donde cobra mucho más: "Hay que tener una formación y unos conocimientos de psicología muy amplios. Al no estar reglado en España, en Estados Unidos, que es donde más se trabaja este campo, lo único que exigen es hacer un curso que realiza la American Poligraph Association (APA), que existe desde 1966 y regla este terreno.
La APA ha ordenado esos requisitos de ética y de moral que debemos cumplir los que nos dedicamos a ello. Cada año te renuevan y comprueban que cumples correctamente unos estándares".
Los más viejos recordarán al doctor Gelb de La máquina de la verdad de Julián Lago en Telecinco. Los abuelos de Conchita, septuagenaria pero joven.