A estas alturas de la película, no hay nadie en todo el país que no sepa que es el León come gamba. Con diferencia, el plato más icónico de la historia de Masterchef en España, en cualquiera de sus ediciones, sea de anónimos, de celebrities o de juniors. Un plato inclasificable que todavía hoy se recuerda muchos años después de que su autor lo hubiera perpetrado delante de unos atónitos Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nájera.
"Este plato es el que he hecho para demostrar que tengo todo el carácter para estar en una cocina", decía orgulloso Alberto, concursante de la tercera edición del programa, edición que ganó el ahora muy conocido (y estrella Michelin) Carlos Maldonado. "El plato es un gazpacho de tomate y fresa con pimiento asado y una patata imitando la cabeza de un león", decía él. Y le puso bigotillos de azafrán y todo... Un esperpento. Una patata cruda de plato que le valió unas críticas feroces por parte del jurado, que lo trincharon: "Esto es un insulto a mi inteligencia, un insulto al jurado y un insulto a 15.000 personas que se han quedado fuera. Una marranada delante de mis narices que no voy ni a deliberar", decía Pepe. "Yo soy cocinero hace mucho tiempo. En mi vida he visto una marranada como esta. Es una mofa a nuestro oficio, nene, una mofa. Ningún cocinero junior ha tenido leches de hacer un plato tan bobo como este", decía todavía más indignado Jordi Cruz.
Han pasado nueve años de aquello. Pero el León come gamba vuelve a escena de la mano de otro de los concursantes de aquella tercera edición. Pablo Pérez ha reventado cómo fue aquel momento y ha hecho público qué hubo detrás. Primero, los concursantes se quedaron hechos polvo: “Los 14 concursantes que quedábamos estábamos muy afectados, llorando por todo lo que había sucedido en plató. Y eso que en pantalla no se vio ni la cuarta parte de lo que pasó”, ha dicho a El País. Después, "Nos metieron en un cuarto donde hacemos los descansos", todos hechos polvo por lo que había pasado, "y, en medio de ese silencio sepulcral, una de las jefas nos dijo, sonriendo y aplaudiendo: ‘¡Vaya programa nos habéis regalado!’”.
El concursante se quedó de piedra, molesto por lo que habían vivido por parte del programa y cómo hicieron sangre con su compañero de edición: “Hay que tener cero empatía para decir algo así. Vi a las más responsables del programa bailando de alegría y diciendo que se iban a hacer ricas con lo que había pasado con él”.
Pablo Pérez no ha acabado aquí, también ha explicado los significativos cambios que se han hecho a la hora de escoger a los concursantes: “Personas que han hecho el casting este año me cuentan que ya no te hacen pruebas gastronómicas como nos pasaba a nosotros, sino pruebas de cámara y que les cuentes tu vida, aunque no sepas cocinar. La productora busca que el espectador entre en conflicto con los concursantes. Expone al escarnio público a personas anónimas”... Continúan las críticas en Masterchef después de lo que ha pasado con la concursante Tamara... Y vaticinamos que no serán las últimas...