Wojciech Szczesny es un tipo peculiar. El extravagante portero del Barça, desde que llegó a Barcelona, no ha dejado a nadie indiferente. Es una rara avis como hay pocas. Le gusta meditar siempre antes de que empiecen los partidos, cerrando los ojos en el vestuario azulgrana mientras sus compañeros alucinan, creyendo que se pone a dormir. Le gusta fumarse algún piti de tanto en cuánto cuando se relaja. Parece que todo le resbale un pie y no se pone nunca nervioso. Y las cosas como son: desde que Hansi Flick decidió apostar por él bajo palos en detrimento de Iñaki Peña, el Barça no ha perdido un partido. Un tipo que en verano estaba tan tranquilo tomando el sol, retirado después de muchos años defendiendo la portería de la Juventus o la selección polaca, y que no se lo pensó dos veces cuándo el Barça llamó a su puerta para sustituir al lesionado Ter Stegen.

Szczesny o Tec, como le conocen, está feliz de la vida en nuestra casa, él y su familia, unos catalanes más, encantados de la ciudad y del club. Enamoradísimo hasta el tuétano de su mujer Marina, han formado una familia preciosa al lado de sus dos hijos Liam y Noelia. Y del pequeño ha hecho una jugosa confesión en una conversación para los medios oficiales del club.

Hablando de su pequeño, el portero polaco reconoce que "Soy abierto al respecto, te lo digo, soy honesto. Antes de venir aquí (su hijo) daba apoyo al Real Madrid. Colecciona cromos y cuando le tocaba Cristiano o Mbappé estaba muy feliz". Pero la cosa ha cambiado desde que ve cada fin de semana a su padre bajo los palos de la portería del Barça y compartiendo vestuario y césped con cracks como Lewandowski, Lamine Yamal, Pedri, Dani Olmo o Raphinha. De hecho, el menor de los Szczesny ha ido algunas veces a la ciudad deportiva del Barça para ver entrenar a su padre con sus compañeros. Y claro está, la cosa ha cambiado cuando abre un sobre y los cromos que hay dentro son de jugadores del Barça: "Ahora es mucho más feliz cuando le toca Lamine Yamal o una edición dorada de Raphinha. Los ha conocido, se ha hecho fotos, en el campo de entrenamiento y en el vestuario... Ahora está completamente a bordo: cuando va a casas de sus amigos lleva todo el uniforme del Barça... y sí... ¡Hemos ganado a uno!". Un culé más a la causa.

Imaginen la emoción del hijo de Szczesny cuando abra un sobre y haya dentro un cromo dorado de su padre...