Ester Capella es la política de ERC a quien le ha tocado la competencia más ingrata de toda la Generalitat: gestionar la prisión de sus amigos y compañeros independentistas. La Generalitat es la única administración pública no estatal que tiene competencias en prisiones. Ninguna otra Comunidad las ha querido nunca. Son mucho dinero invertido en una función pública que no da votos: tener personas aprisionadas. Si encima el Estado te obliga a cerrar a tu presidente Oriol Junqueras y el resto de líderes independentistas, la consellera de Justicia baila con el más feo. Y encima concede permisos a una periodista catalana de un programa antiindependentista como Espejo público y le cuelan un gol. Griso ha entrado en la prisión y ha grabado dentro del recinto penitenciario para hacer la promo:
Griso entrevistaba a Capella a las puertas del TS y la consellera le ha dejado caer que este vídeo que ha grabado era ilegal, que la normativa de prisiones y de seguridad prohíbe grabar en los accesos a los centros penitenciarios. Pero Griso piensa que por alguna cosa tiene un Ondas y una Medalla de Oro de Barcelona: porque es una periodista intrépida y grava donde quiere:
Capella: "Señora Griso, me dicen que ustedes entrevistaron al señor Cuixart y obviamente no entró con cámaras para poder grabar la entrevista, sino con papel y por tanto con un cristal, pero en todo caso usted nos hizo trampa porque grabó el tramo que hay desde la primera entrada hasta la puerta del centro penitenciario, y usted sabe que esto no se puede hacer. Yo tengo que decírselo señora Griso, pero usted sabe que esto no se puede hacer. Sabe usted que cuando hace esto a quien cuestiona es a los funcionarios, ¡pero usted sabrá!".
Susanna Griso cuestiona el trabajo de los funcionarios que no la vigilaron lo suficiente. Protesta diciendo que no tuvo privilegios y que la conversación con Jordi Cuixart duró los 45 minutos reglamentarios. Pero la mesa de tertulianos ultras le hace el trabajo sucio: "Ustedes son legalistas con el acceso en las cárceles y no con un golpe de Estado". Y el programa va pasando dibujitos de Griso y de Cuixart con unas sombras de fondo que son la mujer y el hijo de pocos meses del preso político. Un juego de vídeos en los accesos de una prisión para que tomen nota los mafiosos, dibujos inapropiadísimos y excusas con la boca pequeña que acaban con tertulianos ultras bramando. Griso y su programa.