Odiar es pecado. Sobre todo odiar fuerte y ad hominem. Puedes odiar los macarrones con tomate, los cordones de los zapatos o que te salpique un coche en un día de lluvia, pero no es lo mismo. Lo otro es pecado, repetimos, y de los gordos. No lo decimos nosotros, forma parte del credo católico, el que supuestamente tendría que practicar la cadena COPE, la radio de la Conferencia Episcopal Española. Ahora bien, ya saben que en casa del herrero, cuchara de palo. La emisora tiene problemas graves con determinadas personas, personalidades y también entidades. Una de ellas, el Barça. El club catalán perturba en aquella santa casa, no lo pueden esconder. Y sus periodistas, programas e incluso community managers lo demuestran a menudo. 

La lista es enorme, lo dejaremos en una pequeña muestra. Por ejemplo, en la COPE trabajaba el periodista deportivo Juan Antonio Alcalá. Un tipo famoso por dos hits: el primero, acusar al F.C.Barcelona de dopaje. Le salió cara la broma a la cadena de Fernando Giménez Barriocanal, 200.000€ de indemnización por difamación. La segunda es más reciente, manipular una intervención de Luis Enrique Martínez, exseleccionador español de pasado de gloria azulgrana. Como le tenían una rabia inmensa, Alcalá hizo trabajos manuales con uno de sus streamings, haciendo ver que el asturiano profería una frase machista y nauseabunda. Una bomba que coló a Juanma Castaño, presentador de 'El Partidazo', quien después tuvo que pedir disculpas y echar a su empleado. Uno muy bien pagado, por cierto: 400.000 al año. El pecado del odio y la mentira tiene una penitencia con muchos ceros. Pero en la COPE no escarmientan.

Juanma Castaño con Juan Antonio Alcalá / COPE

La COPE, obsesionada con el Barça

La lista de ataques al club presidido por Joan Laporta tiene más capítulos, teóricamente más sutiles, pero grotescos y con una temática sensible. Especialmente ahora, con todo el pitote de Luis Rubiales sobre la mesa. Seguro que los lectores más futboleros recuerdan a un jugador brasileño que se llamaba Robinho. Jugó unas cuantas temporadas en el Real Madrid. Después pasaría por el City, el Santos y, su último parada en Europa, el Milan AC. El delantero la lío con los rossoneri, fue acusado de agresión sexual en grupo a una chica. Un tribunal italiano lo condenó a 9 años por la violación, cometida en 2013 en una discoteca de la ciudad. Robinho nunca ha entrado en la cárcel, se ha escondido en Brasil, donde no hay acuerdos de extradición con países europeos. Un fugitivo. En 2022 la condena fue firme. Y ahora vamos a lo que nos ocupa: ¿cómo informó 'El Partidazo de la COPE' de la ratificación? Con una foto muy peculiar: Robinho en el Camp Nou, con jugadores del Barça allí en medio. ¿Por qué? Ni idea. ¿Casualidad? Ni de broma.

La COPE, sobre Robinho / Twitter

Los delitos sexuales de los "culés" Robinho y Santi Mina, según la COPE

Alguien querrá poner sobre la mesa el nombre de Dani Alves, exjugador culé y en circunstancias similares a las de su compatriota y excompañero de selección. Dos cosas: sí, pero no. Nada que ver, en realidad. Alves está en prisión prácticamente desde el minuto 1 del "partido", y no era jugador del Barça. En todo caso, si la COPE ilustrara el caso con la elástica azulgrana, no chirriaría tanto. Todo lo contrario pasaría si lo hiciera con una imagen del defensa en el Bernabéu, sin camiseta y rodeado por Modric, CR7 o Casillas. No estaría bien, ¿verdad? Pues dicho eso, atención que vienen curvas. Tenemos otro caso de abuso sexual de un jugador de la Liga, Santi Mina. Condenado a 4 años, no encuentra equipo después de que el Celta de Vigo lo despidiera. Atención a la pirueta de la emisora más anticulé: la foto de Santi Mina, delincuente sexual, en el banquillo del Camp Nou. Con el escudo culé a la espalda. Reincidentes. E infectos. El azar no existe, hay mala idea.

Pecadores sin ningún propósito de enmienda. Cuánta miseria.