23 de diciembre de 2019. A las puertas de las celebraciones de las fiestas de Navidad. El espíritu navideño, fraterno, emotivo y amoroso se huele en el ambiente. También la peste a 'cuñadismo', familiares o amigos que convierten las fiestas en insoportables. Todos conocemos a este tipo de personajes, todos los hemos sufrido. Trasladado al ecosistema de las redes sociales, eso sí, la cosa es mucho más grave e intensa. Cada día es fiesta para ellos, demostrando su intolerancia, ignorancia y ausencia de empatía más absoluta. Una horda de seguidores de Jiménez Losantos, Ussías, Ndongos, Seguís, vomitando odio y bilis desatados, 24 horas al día, 7 días a la semana. El único rato que respiran es para identificar nuevas víctimas de su acoso, aunque tienen algunas favoritas. Una de ellas, la periodista Cristina Fallarás, a quien acaban de bombardear con insultos y vejaciones por demostrar ser una persona valiente, honesta y comprometida, aparte de tener una característica que nunca tendrán sus enemigos: es humana y tiene sentimientos.
1133 días en la cárcel.
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 22 de diciembre de 2019
No te olvides de dónde van a despedir el año los de #altsasu
Vergüenza es poco.@ContadorAltsasu https://t.co/5oRDL3fG3S
Fallarás ha cometido un nuevo pecado venial según los dogmas de la extrema derecha: denunciar una de las injusticias más flagrantes que se están cometiendo en el estado español desde hace 1133 días. La condena a los chicos de Altsasu por una pelea de bar con guardias civiles de paisano. Los jueces ya dijeron que no era terrorismo, pero es igual: 9'5 años de prisión y todo el facherío español vilipendiándolos día tras día. "Vergüenza es poco", ha tuiteado la de Zaragoza: "No te olvides de dónde van a despedir el año los de #altsasu". Sus palabras las podría firmar cualquier ser humano con un mínimo respeto por la decencia. Ahora bien, eso es ciencia-ficción cuando hablamos de los ultras españoles. "Proetarra, guillotina, brindo por que les den por..., garrote vil, borrachuza y feminazi, que se jodan...". La Navidad según los made in fachain. Asqueroso.
Donde tienen que estar, ni más ni menos.
— Fancheiro (@fancheiro) 22 de diciembre de 2019
Espero que pasen muchas más Navidades allí, por terroristas!!
— JordiCotomia (@JCotomia) 22 de diciembre de 2019
Cuando salgan de la cárcel, los adoptas.
— Gracia Muñoz Aguirre���� (@gramuag21) 22 de diciembre de 2019
Es una verdadera lástima que no se les hubiese aplicado la justicia de izquierda llamada guillotina..
— Franco murió en la pierna (@Manuel25387968) 22 de diciembre de 2019
A ver si hay suerte y llegan a los 2000
— Don Hulio (@D3RMG) 22 de diciembre de 2019
Sino fueras una borrachuza y feminazi, hubieses tb defendido a las parejas de los gc.
— LARO (@Guss37829741) 22 de diciembre de 2019
Estas navidades nos comemos el turrón en casa y los criminales de Alsasua a buen recaudo. Qué se puede pedir más?
— Y TÚ MÁS!! (@CHARLES40666911) 22 de diciembre de 2019
Un brindis por los chavales que les den x el kkas 🍾🥳🥳
Las que defienden violentos también son violentas, toma un poquito de tu agua.
— soycris (@trisblade09) 22 de diciembre de 2019
Deberían haber sido ejecutados con garrote vil
— Mecha Corta (@morenotuco) 22 de diciembre de 2019
Los que defienden proetarras son proetarras. Cómo era eso? PROETARRA
— ISABEL GARCÍA TRÍAS (@isabeltrias) 22 de diciembre de 2019
España y el españolismo más rancio ha destrozado la vida de tres jóvenes, y lo celebrarán en sus fiestas de navidad. Sus nombres son Adur, Jokin y Oihan. Que nadie se olvide de ellos, porque su condena es también la nuestra. Ánimos a los tres, a sus familias, a sus entornos íntimos. Y gracias a españolas como Cristina, una voz que detestan los fachas porque les saca los colores. Porque les pone frente al espejo. Y lo único que pueden ver es su bajeza.