A Cristina Pardo le habrán silbado las orejas de lo lindo las últimas 24 horas. Es lo mínimo que le ha tocado después de perpetrar una pregunta abyecta y tendenciosa menospreciando al presidente de la Generalitat ante su homólogo de Castilla-la Mancha. Su “Me gustaría que me valorara, si quiere de manera sibilina, como usted quiera, el comportamiento que está teniendo el presidente de la Generalitat, Quim Torra. ¿A usted le sorprende o ya no le sorprende nada, le parece mal, fatal, peor?” pasa a formar parte, por méritos propios, de las preguntas capciosas más lamentables que haya hecho nunca en su Liarla Pardo.
Toni Clapés se preguntaba después: "¿Que es la tele basura? Un, dos, tres, pregunta otra vez??". Antonio Baños la sepultaba tildándola de "recluta haciendo méritos para que la asciendan a sargento chusquero. No tiene nada que ver con el periodismo". Bea Talegón, demoledora, avisaba a los espectadores: "Y señoras y señores este es el periodismo que les trata como gilipollas". Y Albano-Dante Fachín sentenciaba: "El periodismo basura al servicio del IBEX".
Pardo sabe que la ha liado más que nunca. La han atizado por tierra, mar y aire. Y no ha tenido más remedio que decir alguna cosa ante la dimensión que ha cogido su penoso papel como entrevistadora en las últimas 24 horas. Pardo ha reconocido la inconveniencia de la pregunta, pero no se ha disculpado con Quim Torra. Un arrepentimiento, sin embargo, que no ha convencido a la red y los espectadores, que se han ensañado todavía más y le han recordado con sorna el sarcasmo que ella misma utilizó con el rey Juan Carlos.
Viene siendo una costumbre. No ponemos la mano en el fuego que a Pardo no se le vuelva a ver el plumero.