Si la decrepitud tuviera nombre y apellido, probablemente se llamaría Quique San Francisco. El actor español, más famoso por sus excesos que por su carrera, hace meses que ha salido totalmente del armario y se declara fan de VOX. Está orgulloso de que le llamen "facha de mierda" por asegurar que "han resucitado a Stalin" y tonterías de este calibre. Un currículum que, automáticamente, le ha convertido en tertuliano, politólogo y experto en "cuñadismo" de guardia en un programa de La Sexta: el de Cristina Pardo, que aspira a arrebatarle el trono de la decadencia mediática.
La navarra se ha encontrado cara a cara con San Francisco y han hecho un repaso de la actualidad que provoca lástima. Una cosa sí que ha tenido el encuentro: que el nivel de las preguntas (y sobre todo, de las repreguntas inexistentes) era proporcional al de las respuestas del intérprete, sacadas del manual facha más cínico, lastimoso y victimista. Curioso como ataca a la clase política "están a hostias todo el día, el parlamento es una corrala", pero sin hacer referencia a los suyos. Especialmente exaltado contra la izquierda, loa a Ayuso. Está todo dicho. Bien, quizás no: esucharle decir que los políticos "están en otra órbita" hace pensar en qué órbita está él. También que, a pesar de que las perspectivas económicas sean muy malas, él "se viene arriba". Ajá. Ambos han recibido, como es natural.
Quería Cristina 'Liarla Pardo' con su programa y hacer feliz a su mentor Ferreras. Parecería, eso sí, que San Francisco tiene otro concepto sobre este título.