Cristina Pedroche es a las campanadas lo que Ana Obregón era al verano: una figura folclórica. El show de cada año, con la madrileña retransmitiendo el ritual de cambio de dígito desde la Puerta del Sol en Madrid, repite el mismo patrón: el juego de enseñar palmito sin enseñarlo del todo. Los vestidos, también llamados disfraz de fantasía y reclamo para pescar espectadores, son una excusa. El debate en la mayoría de los hogares españoles es siempre el mismo: si la cantidad de carne y piel que queda al descubierto es apropiada, suficiente y atractiva. Triste, pero es así en pleno 2023.

Como explicábamos desde EN Blau y ya conoce media humanidad y parte del espacio exterior, el estilismo escogido en esta ocasión tenía que ver con el ecologismo, con el agua y con la condición de biodegradable. De opiniones al respecto las tenemos por doquier: hay un gentío que aplaude a Cristina, pero la legión de críticos es igualmente numerosa, aunque mucho más exaltada en su sentencia. "Vulgaridad", "vestida de moco", "cortina de ducha", "espanto", "ridículo", "horroroso"... Y así podríamos pasar los próximos 366 días de 2024, leyendo zascas. Ahora bien, hay un detalle que nos ha conmocionado y del que no se ha hecho eco. No se vio por televisión, cuando menos en toda su magnitud.

Cristina Pedroche en las campanadas / Antena 3

La madre del cordero se sitúa en el extremo inferior de Cristina. En los pies, vaya. Llevaba una especie de zuecos confeccionados en madera de pino gallego. Más que este tipo de cazado rural, sin embargo, presentaban aspecto de sandalia, dejando los deditos de los pies al aire. Durante la retransmisión de Antena 3 con Alberto Chicote solo pudimos observar, y de manera fugaz, la forma y color de las piezas. Puede dar las gracias, porque no hacían lucir demasiado a la siempre perfectísima Pedroche. O los zapatos le apretaban los pies, o su secreto inconfesable es tener una ensalada de dedos estremecedora. Embutidos, constreñidos, deformes. ¿Cómo lo sabemos? Gracias a la revista '¡Hola'!

La cabecera ha dedicado una enorme atención a los estilismos de todas las presentadoras de las principales cadenas. Laura Escanes sale espectacular, Ana Mena no desmerece ni mucho menos, y después tenemos todo el paquete Pedroche retratado y analizado con minuciosidad. Una de las imágenes es la de la presentadora de cuerpo entero, con la mencionada parte del cuerpo a la vista de todo el mundo. No le han hecho ningún favor, no. Haciendo zoom queda claro que estos piececitos piden un podólogo a gritos. Qué agobio, qué dolor. Es lo que pasa cuando juegas la baza anatómica: siempre hay algo que se descontrola. El premio, en los dedos del pie.

Los pies de Cristina Pedroche / Instagram