Cristina Puig ya tiene 50 años, una edad perfecta para hacer periodismo. A ella la pilla fuera de la TV. Hace un año TV3 cancelaba, no renovaba, su FAQS. Era suyo porque lo presentaba, ponía la cara y le daba su tono. En realidad era un programa que creó El Terrat de Andreu Buenafuente y Agustí Esteve, ex TV3. La productora acabó en manos de Mediapro y Jaume Roures siguió produciéndolo. Con perspectiva, ha quedado como uno de los programas más seguidos e históricos de la cadena. En otoño de 2017, con el referéndum, el Govern en prisión o el exilio y con Rajoy suspendiendo la autonomía, era un programa refugio. Lo veía todo el mundo. Tuvo dos directores-presentadores efímeros: Ricard Ustrell que duró 4 meses y Laura Rosel, despedida de malas maneras.
Cristina Puig es, de los 3, la que más duró, en parte gracias a no ser la directora. Mandaban otros, ella ponía la cara y se la rompieron. Cada semana la trituraban en redes por| una cosa y la contraria. Pero aguantó. FAQS no se acabó por mala audiencia, Col·lapse hace menos, ni por las críticas. Acabó porque los políticos no querían un programa político ni este programa político. Todo el equipo a la calle y Mediapro con un palmo de narices. Cris Puig un año después vive más tranquila. Tanto como para mostrar en sus redes sociales una imagen inédita: su marido Jaume con la hija del matrimonio de fiesta, en el Festival Cruïlla:
Cristina y Jaume hace muchos años que son pareja y han tenido una hija que ya es mayor pero menor de edad y prefieren que conserve el anonimato. De Festival, radiantes. Cris Puig demuestra que no hay que tener un programa en prime time de TV3 para ser feliz. Los periodistas catalanes de Política sueñan un pedestal como el FAQS o El matí de Catalaunya Ràdio. Laura Rosel o Ricard Ustrell demuestran que tener estos dos potentísimos micros no es necesariamente fuente de felicidad. Dará dinero, o mucho dinero, prestigio (mucho o poco), y trabajo, mucho trabajo, pero es un marrón cuando se está haciendo, por presiones de todo tipo, y una piedra cuando se acaba porque parece que ya todo lo que venga será peor. Y no. Cris Puig se ha reinventado y hace unas entrevistas semanales para un pequeño digital catalán, The New Barcelona Post, patrocinadas por un famoso chocolate en polvo. Cada entrevista a un VIP tiene dos sobres de esta marca y dos vasos de leche llenos, nunca a medias. Así también se puede hacer periodismo, comunicación y entrevistas.
Cristina Puig ha rechazado volver a la TV, reconoció, en un duro encontronazo con un colaborador fake de RAC 1, que había tenido una oferta de una cadena privada catalana que no quiso aceptar: "Nunca he pedido hacer el FAQS, y no he rechazado nada porque esté tocada. Si alguien tiene cosas para explicar de mí que me llame. No podéis salir alegremente y decir que yo pedí hacer el FAQS porque conmigo de eso no habéis hablado nunca. Y también es mentira que yo no vaya a otra TV porque esté tocada. Quien haya explicado eso miente, u os lo inventáis. Yo no pedí hacer el FAQS, a mí me vinieron a buscar. Y he dicho no a dos programas de TV en una cadena privada pero no porque esté tocada sino por razones que no os interesan". Hace bien en no aceptar según qué ofertas. Necesita descompresión después de un programa donde estuvo tan expuesta como el FAQS. Con una hija y un maridazo así, el FAQS es un recuerdo y el futuro es un mundo de oportunidades.