Cristina Serra es la mujer que se esconde tras el éxito de Pep Guardiola. Es la esposa, la que hace tocar de pies en el suelo, del mejor entrenador del mundo, el sueño de todos los culés, la esperanza azulgrana para volver a la élite europea. Y uno de los motivos para volver a vivir en Catalunya es su familia. Cristina Serra es la heredera de una empresa familiar de moda, Serra Claret, y ha renunciado a residir en Manchester todo el año al lado del marido. Por eso se compraron hace tres años una de las mejores casas de Barcelona, la antigua mansión de Rafa Márquez (ahora entrenador del Barça B en Pedralbes. Un precioso inmueble de piedra blanca con piscina y jardín lejos de los fisgones|mirones y con toda la capital en sus pies. En sentido literal y figurado.
Guardiola siempre que quiera puede volver a Barcelona y su familia, catalanes de cuajo, vivirán felices cerca de los abuelos. Solo Maria Guardiola, la primogénita, tendría cierto pesar, ya que reside la mayor parte del tiempo en Londres, dónde se Licenció en Moda y ahora está una de las influencers más importantes de Europa. En su Instagram de 900 mil followers acaba de colgar una foto que los fans de la familia adoran, por poco frecuente: la madre y las dos hijas juntas, celebrando a la cuarta Premier consecutiva de Pep. Así de felices, y similares, son Cristina Serra y las chicas Maria y la pequeña Valentina, con gafas de miope. No pueden ser más fotogénicas, bonitas y parecidas:
Valentina ha crecido mucho, ya va camino de la mayoría de edad y, quién sabe, camino de la carrera meteórica de su hermana mayor. Madera, con 16 años, tiene. Es la niña de los ojos del padre, su hija pequeña, la que lleva|trae el nombre del abuelo paterno, el Sr. Valentí Guardiola. La semejanza entre la madre y las dos hijas es cada vez más evidente. Son fotogénicas sin esfuerzo, tienen bastante con una sonrisa. La Valentina como Màrius es miope así que luce unas gafas de pasta negra sofisticadas que le otorgan un aire todavía más intelectual, si es que a los hijos de Pep no fueran ya sobrados. En las fotos de la victoria falta Màrius, que se parece, como todos, a su madre:
La mejor instagramer de Catalunya se llama Maria Guardiola, por popularidad, cuidado en las fotos, sencillez en los textos y ausencia de escándalos. La mayoría de famosas catalanas que viven de la red de las vanidades, Dulceida o Laura Escanes, tienen un punto impostado, preparado, de empresa de churros que hace posts La hija del míster del City ha tenido el cuidado de no abusar de las fotos y mostrarse misteriosa, sin declaraciones, entrevistas ni enseñar demasiado. No se sabe quién es su pareja, después de cortar con el futbolista a Dele Alli. A pesar de este misterio, o gracias a eso, la hija mayor ya ronda el millón de followers y las marcas de moda se la rifan. Con un añadido: su Instagram empezó privado, solo para los amigos a quienes ella aceptaba. Ahora es popular y gracias a mostrar cosas bonitas: belleza interior y exterior. No es solo para followers culés. Es para personas felices.