Cristina Serra vuelve a ser el personaje más perseguido de Barcelona y la culpa la tiene EN Blau VIP. El videopodcast del miércoles pasado soltó una exclusiva mundial: Pep Guardiola voló de Manchester a Barcelona para pasar dos noches a su casa de Pedralbes donde viven su exmujer Cristina Serra y la hija pequeña de la pareja, Valentina Guardiola de 17 años. La exclusiva es del paparazzi Gustavo González, colaborador de EN Blau VIP, que captó fotografías de la pareja juntos en Barcelona entre el domingo 2 de marzo y el martes 4 de marzo, fecha en que Guardiola cogió el jet privado de retorno al Reino Unido. En este momento la foto de Pep y Cristina juntos es muy valorada pero Gustavo confesó que el precio solo lo pagan tabloides ingleses. La prensa española prefiere una foto de Pep o Cristina con una tercera persona, una nueva pareja. Pero de momento no pasará. El matrimonio está en trámites de divorcio pero mantiene buena relación, hasta el punto que han acordado que Pep conviva en la mansión familiar cuando viene a Barcelona. No es un divorcio prototípico donde los excónyuges se detesten. No ha habido infidelidades ni traiciones, solo desgaste por el tiempo y la distancia.

Cristina Serra ya no puede dar un paso por la ciudad sin las miradas de los barceloneses o los flashes de los fotógrafos. Lo han pillado saliendo de su casa, en la montaña de Collserola en la zona alta de Pedrlabes, bajando a pasear ren oba sport, muy cómoda. La elegancia natural de la propietaria de la firma de moda Serra Claret se muestra a los 52 años cuando después de parir y levantar tres hijos, Maria, Màrius y Valentina, sigue siendo una de las mujeres más sofisticadas de la sociedad catalana. Lo lleva en la sangre. Hizo tele, fue actriz y nunca se ha resignado al papel de WAG. Uno de sus secretos de belleza es su pelo, un corte fabuloso y un color oscuro muy natural que son la envidia de las peluquerías. Esta semana después de la exclusiva de EN Blau VIP, que ha recogido The Sun y el resto de medios, los paparazzis la han perseguido entrando en su peluquería de confianza, cerca de la tienda que tiene en el Eixample. Cristina Serra se hace el pelo y el look en New Look Rambla de Catalunya, en el Pasaje de la Concepción 16 en pleno corazón del Eixample. Aquí Cristina Serra entra por la puerta de New Look Rambla huyendo de la prensa:


Serra muy fastidiada cuando la periodista de Europa Press le insistía. Le responde en perfecto catalán: "Sin comentarios, pero a vosotros tanto os da, seguís insistiendo". Su vida ha dado un vuelco muy desagradable, de persona anónima a carne de cañón para los paparazzis que la buscan y la encuentran, la preguntan e insisten. Ella quiere seguir siendo lo que era, una empresaria, madre y ahora divorciada. Algunos digitales han tergiversado las palabras de EN Blau VIP atribuyendo la visita de Guardiola a un intento de reconciliación. Nadie de la familia considera una supuesta reconciliación sentimental del matrimonio, sino de buena relación, de civismo y de mantener las formas delante de los hijos. No están en un punto donde Pep Guardiola cuando visite a su hija Valentina en Barcelona tenga que vivir en un hotel. Pep no es Ter Stegen. La mansión de la calle Font del Lleó es enorme y caben todos. Juntos pero no revueltos. Cristina Serra bien peinada.
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