Muy buen estreno de Jordi Basté en TV3. Hacía casi 20 años que el locutor catalán no presentaba un programa semanal en TV, desde su Gol a gol el año 2001. Entonces en la segunda cadena, el 33. Ahora que Vicent Sanchis, extertuliano de El món a RAC1, dirige la tele pública, era cuestión de tiempo que el líder de la radio en catalán tuviera programa propio. Basté no llegó a tiempo de sustituir a Laura Rosel en FAQS y calienta la banda con un programa pequeño sobre tecnología. La audiencia quería ver a Basté y le hizo líder la noche más competida y de mayor consumo televisivo de la semana: la del domingo. No pot ser! hizo un gran 13,7% y 309 mil espectadores, superando a todos los popes de la competencia (Évole, Ana Pastor, Jordi González o La la land).
La expectación por cmóo lo haría Basté con cámaras delante era máxima. El locutor no ha querido nunca que 8tv televise su tertulia matinal de RAC1 y sólo permite que en la TV del Grupo Godó suene su programa con la cámara enfocando a la calle y la imagen de los coches dando vueltas a la Plaza Francesc Macià. Como una metáfora del bucle del procés. Poético pero raro. ¿Por Qué Jordi Basté no hace más tele? Algunos críticos le esperaban. Ya han publicado su crítica Ferran Monegal, Sergi Pàmies y Mònica Planas. Y el balance es en parte sangrante.
Monegal y sus manías procesistas: "A Basté le dio el soponcio (...) Hombre, como efecto teatral ha sido bueno. Pero este fue el problema: más que un trabajo de tele-verité, parecía un sketch del Tío la Vara de José Mota". El punto teatral del presentador que compensa huyendo del típico programa político: "Basté ha hecho una jugada inteligente. Esta es la única manera de asomar hoy la cabeza en TV3 y no quedar pringado como cheerleader del procés". Pàmies contenido desde el diario del grupo, lo trata con desgana: "Jordi Basté entrevista a una erudita de la inteligencia artificial que ha creado una aplicación para seguir dialogando con un amigo muerto. Con una constancia autodestructiva, es lo mismo que hacen los franquistas (y algunos antifranquistas) con Franco". La más kamikaze ha sido Planas.
Mònica Planas: "El presentador no para de sorprenderse durante el programa (...) A pesar de haberse preparado el programa, hace ver que todo le deja en choque (..) Fascinación teatral por cualquier cosa y sermón final por si acaso el espectador no lo ha entendido (...) Alguna cosa falla, la testigo parece alquilada (...) El recurso de cámara selfie parece antiguo (...) Basté hace una exhibición desganada de sus defectos (...) ¿Tecnología punta o escopeta de feria?". Sorprende la dureza de Planas contra TV3. La crítica combina ser colaboradora de la cadena y competencia entre diarios con la estrella del Grupo Godó. Planas hace una sección semanal en el programa Está passant. Se arriesga a que en la sección de crítica televisiva de Basté alguien critique cómo lo hace Planas ante las cámaras. Porque no da la talla.