Las mujeres están bajo la lupa, las políticas más, y las mujeres políticas que no tienen complejos a la hora de hacerse fotos arregladas ya sufren la tiranía de las redes. En el caso del Parlament de Catalunya llueve sobre mojado. Las fotos de Inés Arrimadas en Telva fueron criticadas pero por un error de principiante que cometió su equipo de prensa: dejárselas hacer en los pasillos del Parlament, sede de la soberanía nacional.

Telva

Ahora una compañera de hemiciclo, la portavoz de los comunes Elisenda Alamany ha accedido a ser la protagonista del perfil que cada semana publica el Quién, suplemento de La Vanguardia más desenfadado de los sábados. Con el titular "Una diputada poco común" la periodista le hace uno de aquellos retratos agradecidos que no molestan nunca: que le gustan Manel y Sílvia Pérez Cruz o que jugó a basket hasta los 25 años. Las fotos espectaculares de Pedro Madueño ayudan a hacer una pieza nada ofensiva, excepto para los hiperventilados:

La hemeroteca la carga el diablo. Misma sección, mismo diario, un sábado de hace unos meses:

@VillalobosJPe

Pero en Twitter no caben los matices: Alamany no es indepe, es de Podemos y a pesar de que no votaron a favor de la aplicación del 155, leña al mono:

Incluso un actor moderno como Joel Joan ha clicado en el Me gusta del tuit inicial. Ignoramos si es porque considera que la foto de Arrimadas en el Parlament vestida de alfombra roja y la de Alamany en un mirador sobre Barcelona son lo mismo. Preferimos pensar que lo hace para impulsar el debate sobre los límites de las críticas a los no independentistas.