Más cerca la inyección presupuestaria a TV3, la cadena respira tranquila. Programas económicos de prime time como Matriculats volverán a ser la excepción. El programa de autoescuelas pierde un tercio de audiencia en una semana: del 22% al 13,4% el segundo día que le permite ser el programa más visto. Es la oferta menos cara de todos los programas de las diez de la noche. Los lunes Crackòvia o Merlí costaban diez veces más. Aun así, TV3 tiene unos seguidores fieles que verían la carta de ajuste si todavía existiera.
La factura de Matriculats es buena, Òscar Dalmau es imprescindible y empatizamos con los conductores novatos enseguida. Pero no toda la audiencia de TV3 está satisfecha: muchos creen que se habla demasiado castellano. Se podría decir que quien paga manda: el programa lo patrocina el RACC y algunos profesor de autoescuela de la empresa se comunica mejor en la segunda lengua oficial del país. Y en twitter disparan a todo lo que se mueve:
Por alguna extraña razón, relacionamos el examen de conducir con la lengua castellana. Son minoría los que hacen la teórica en catalán: "luces de gálibo", "un turismo en el arcén" o "glorieta". El programa vale la pena y los idiomas se usan indistintamente, como en Polònia, que nadie critica a pesar de todas las imitaciones que hablan en castellano si el original lo hace. Después Al cotxe también desaceleró con malas cifras de audiencia, un flojo 5,4%. Eloi Vila oyó mallorquín. El tío de Rafa Nadal no respondió si su sobrino es de Ciutadans.
El resto de programas nocturnos hechos en Catalunya dejan a Ramon Rovira (3,3%) superando Xavier Graset (3.2%) y una decisión cantada. El programa de literatura del canal 33 pasa a emitirse por TV3, como ha sucedido con This is art o Quan arribin els marcians.
El 33 ya no tiene ningún tipo de sentido. Todt el temsp del món entrevista el Premio de Honor de las Letras Catalanas, un Quim Monzó que aclara "Mi lengua materna es el castellano". Su madre le decía "De primero hay bledes i de segundo lluç". Literal. Y genial. Incomprensiblemente, TV3 no emitió el acto de entrega del Premio a Monzó. Intentó compensarlo con la entrevista grabada y emitida a la 1 de la madrugada. La decisión sorprende justo una semana después de que emitiera 20 minutos en el TN de El Periódico entregando un premio con menos tradición en el país como el Català de l'Any. ¿TV3, quo vadis?