Del negro al negrísimo. El horizonte del futbolista brasileño Dani Alves ha cambiado de color, pero no como el exmito azulgrana querría. La prisión se ha convertido en su casa desde el 20 de enero, cuando la jueza que instruye el caso de su presunta agresión sexual cometida en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre de 2022 decidió encerrarlo preventivamente por el elevado riesgo de fuga. Las contradicciones constantes de Alves, quien ha ofrecido un catálogo de versiones diferentes a lo largo de todo este periodo, no han ayudado. Todo lo contrario que la denunciante, que se ha mantenido firme y coherente. Dani, desesperado, intentó un cambio de rumbo a través de una nueva defensa legal. Fichaba un abogado VIP, un especialista en amortiguar penas y hacer milagros, Cristóbal Martell. Un letrado con el colmillo afilado, pero que se está viendo impotente para cambiar el destino inmediato del deportista.

Entre las maniobras de Martell hay una que llamó mucho la atención: pasar de rechazar ni siquiera conocer a la víctima a admitir relaciones consentidas. Que hubo sexo en el lavabo, pero que no lo reconoció porque no quería que su esposa Joana Sanz se enterara, "temor reverencial". Eso obligó a la modelo canaria, que acababa de perder a su madre por el cáncer, a actuar. ¿Cómo? Borrando buena parte de las imágenes con el futbolista, como acaba de hacer la actriz Hiba Abouk por la investigación de una presunta violación a manos su marido futbolista, Achraf Hakimi. Una muestra de distancia, un ahí te quedas que, sin embargo, no es tan claro como parecería. Todavía hay material gráfico común en su cuenta, viajes de pareja, momentos felices. El vínculo no se ha cortado. No lo quiere dejar caer, aunque se filtrara que pedía el divorcio. Otra decisión drástica que tampoco tenemos clara del todo, siguiendo el rastro que ha ido dejando Joana. Algunos hablan de estrategia ideada también por la defensa de Alves. Todo es una incógnita.

Dani Alves y Joana Sanz / GTRES
Cristóbal Martell, abogado de Dani Alves / EFE

Joana Sanz reacciona al último batacazo judicial de Dani Alves

El caso es que hace pocos días Alves recibía la última bofetada judicial y su recurso para abandonar la reclusión mientras espera el juicio quedaba desestimado. Vaya, que seguirá entre rejas. El brasileño digirió la noticia con estupor, quedó en shock. Ni hablaba ni comía, decían fuentes internas de la cárcel. Empieza a ser consciente de que hará falta un giro copernicano para cambiar su destino, que ni el dinero ni la fama le servirán de gran cosa. Una jarra de agua gélida que también ha salpicado a Joana, que intenta continuar con su carrera de modelo internacional como puede y como le dejan. Viaja mucho, allá dónde va intenta olvidar su pesadilla personal y sentimental. Pero parece que su paciencia se ha agotado. Parece, sí. En condicional, no tenemos ninguna certeza. Desgraciadamente.

Un texto con sabor a sentencia final: Dani Alves pierde la libertad y la confianza de su esposa

El último capítulo de este serial se ha vivido nuevamente en la cuenta de Instagram de Joana Sanz. Su casi millón de followers ha leído un texto larguísimo que explica el momento vital que atraviesa. Se trata de un fragmento prestado del libro A Gentle Reminder de Blanca Sparacino, un escrito que habla de la necesidad de pasar página: "Tienes que dejarlo ir. Aceptar que las cosas bonitas se acaban, que la gente se va, que a veces dos seres humanos no superan las probabilidades". El final todavía es más contundente: "Tienes que curarte. Seguir adelante, te mereces un futuro mejor. Escógelo". Suena a sentencia, sí. Joana se va y no mira atrás. No volverá. ¿O sí?

El texto de Joana Sanz que parece sentenciar a Dani Alves / Instagram
Dani Alves / Instagram

De cuento de hadas a novela de terror. Joana pasa página y cierra el libro. Es lo mejor que podría hacer.