Después de la sonada más polémica de los últimos tiempos, Dani Mateo ha hablado por primera vez tras el revuelo provocado por utilizar la bandera española como un pañuelo. Lo ha hecho en El món a RAC1, donde le ha reconocido a Jordi Basté que, a pesar de no arrepentirse del sketch, "sí de la forma, porque quizás la intención no se entendió". Se defiende manifestando que con todo lo que ha pasado, quizás no iba tan mal encaminada la bruma de sonarse en la rojigualda, un gag donde querían plasmar "el estado de ánimo, lo que le podría pasar a un imbécil que se sonara con la bandera española. Y lo he vivido en mis carnes".
El colaborador se ha mostrado sobrepasado y pide prudencia para evitar una deriva de los acontecimientos que está cogiendo, según él, un tono que no invita al optimismo: "O nos calmamos todos o nos haremos daño. Estamos en un ambiente de pre-guerra. Me han llamado 'hijo de puta', 'te mato', 'sabemos donde vive tu familia', 'les arrancaremos las tripas'... Al final te preguntas: '¿Ostia, están convirtiendo eso en un tema real?'". De hecho, la pareja del humorista se quejó en las redes de los insultos que están recibiendo en su entorno.
Sobre el debate abierto de si se puede hacer humor de todo, él lo defiende a capa y espada, y asume las consecuencias: "Yo entiendo que retiren algunas publicidades, respeto su opinión. Pero que entonces respeten la mía de hacer el humor que yo considere. ¿Hacemos un referéndum? ¿Queremos hacer esta comedia? Que sale 'No queremos', pues se ha acabado. Pero que yo sepa, todavía se puede hacer. Siempre he pensado que el humor sirve para relajar los ánimos, pero veo que no". De hecho, no hace mucho una compañera de cadena, Ana Morgade, hizo un gag similar y entonces no pasó nada. Como tampoco cuándo Albert Boadella enseñó el culo envuelto en una estelada o hacía obras de teatro cachondeándose de la Virgen de Montserrat, tal y como han recordado en el programa.
Un Mateo que ya en la gestación del gag, cuando vio el guion, pensó: "Ostia, las redes... cagada la hemus". Una sensación que después se acrecentó con las palabras de disculpa del presentador de El Intermedio, un Wyoming que no gustó ni a los defensores de un humor cuanto más irreverente mejor, ni a los puristas de la patria que se han sulfurado por sonarse en un símbolo: "este lunes fue un día difícil. Entiendo las palabras de Wyoming, por una parte, en plan 'dejad al crío en paz' y de la otra, decir 'no se nos caen los anillos, quizás el sketch no era bueno".
Los que defendieron más al programa, fueron, curiosamente, Toni Soler y Jair Domínguez en un programa de TV3, poniéndose del lado de Mateo y sonándose en una bandera catalana. Mateo, mientrastanto, sigue hablando de símbolos: "al final nos mataremos por un símbolo. Yo puedo salir a la calle y me pueden pegar una paliza", y en referencia a las palabras del primo de Rajoy y consejero de cultura en el PP de Ceuta, Javier Celaya Brey, que ofrecía 1000 euros a quien le "parta la cara a tan magno bellaco", Mateo ha dicho que "es impresentable". "Lo tendrías que denunciar", le han recomendado en el programa. "Si no fueras catalán quizás no hubiera habido tantos problemas", suelta Basté. "Soy la diana perfecta", remata Mateo. Por cierto, Dani Mateo ha reconocido que todavía está resfriado. Que pongan muchas cajas de kleenex en el plató de La Sexta. Por si acaso.