Por fin. Ha llegado el día. Madrid vota para escoger quien gobernará la Comunidad durante los próximos 4 años (siempre que Ayuso no tenga otros planes, claro). La campaña ha sido intensa, sucia, delirante y penosa. Especialmente por el comportamiento de VOX y de sus primos ideológicos, el PP. El ejercicio de banalización del fascismo y del populismo más desvergonzado ha alcanzado cotas difícilmente superables, pero parece que muchos ciudadanos y ciudadanas de la región o están inmunizados, o sencillamente los importa todo un rábano. Las quinielas apuntan a la victoria de Isabel Díaz Ayuso, pero la incógnita es saber si necesitará de los ultras para controlar el poder e, incluso, si la extrema derecha formará parte del gobierno de la región. Este extremo es el más preocupante, como explicaba con maestría y contundencia Pilar Rahola en una de sus reflexiones imprescindibles: Madrid se puede convertir el la capital europea del fascismo. Ahora bien, también hay quine no parecen preocupados por este panorama, y pase lo que pase, todo será fantástico, genial, ideal. Como por ejemplo, para Dani Mateo: el presentador catalán de 'Zapeando' y 'El Intermedio' ha compartido una reflexión que ha levantado mucha polvareda.
Mateo le dedica una declaración de amor en toda regla ea Madrid. Y está muy bien, si no fuera porque su elogio incluye una referencia política que lo convierte en un campeón de la equidistancia. "Gobierne quien gobierne, Madrid seguirá siendo un lugar COJONUDO. Una ciudad y una región de la que me enamoré a fuego lento y que ahora considero MI CASA. Yo ya soy un gato más". Este 'gobierne quien gobierne' ha caído como una bofetada entre muchos de sus seguidores, sulfurando a buena parte de los tuiteros que observan estremecidos el presente y el futuro de la Comunidad y del estado entero. La reacción más repetida contra el presentador es una palabra: "privilegiado". La encontramos en ecenas de mensajes de madrileños (y no madrileños) escandalizados con lo que consideran blanqueo de las derechas extremas y las extremas derechas.
Dani ya se olía que el tuit alarmaría al personal. ¿Provocación o sentimiento sincero? Veremos cómo evoluciona su felicidad madrileña si los que acaban ocupando el gobierno son los mismos que hacen campaña para cerrar la tele 'progre' en la que trabaja. Quizás Madrid ya no será tan cojonudo.