Ha vuelto a pasar. Como si Dani Mateo fuera Bill Murray en el Día de la Marmota, unas palabras suyas han sido descontextualizadas para acusarlo de traidor a la patria y enemigo público número 2 de España (el 1 sigue siendo el independentismo). Que Dani Mateo sea catalán no la ayuda a hacerse entender, sino lo contrario. Sólo con mala fe se puede criticar el sentido de lo que dice el humorista en su tuit de antes de Navidad, que va camino de convertirse en el tuit-pesadilla antes de Navidad. Por vacaciones ha vuelto a Catalunya y escribe esto:
Es evidente que el sentido de sus palabras son la concordia y la convivencia pero si no las dice Felipe VI, son palabras vacías para una determinada España. Y lo han zurrado en twitter a la espera de que un sindicato policial lo denuncie y un juez lo impute como cuando se limpió los mocos con la bandera española en un gag. Tiene más de cinco mil comentarios de un tuit que cualquier persona con dos dedos de frente suscribiría:
La mayoría de comentarios en su tuit son insultos, menosprecios y miradas condescendientes. Dani Mateo tendrá que tomarse seriamente su intención de hacer humor en otro lado si el público no le entiende. Lo que parece es que no lo quieren entender y prefieren lincharlo. "Paleto", "unineuronal", "incapaz mental", "gilipollas"... Entre los cinco mil comentarios alguno debe incluir en la retahíla de insultos un "¡catalán!".