Antonio Resines es uno de los mejores actores españoles de las últimas décadas. Una consideración que ni tan solo series como 'Los Serrano' podrá borrar jamás. Sólo con uno de los centenares de papeles que ha interpretado el de Torrelavega, en Cantabria, ya merece estar en el Olimpo de la profesión: el de Teodoro en 'Amanece, que no es poco' de José Luis Cuerda. Palabras mayores.
Antonio está pasando por un momento muy difícil de su vida. Y mira que ha vivido unos cuantos a sus 67 años, después de sufrir un cáncer severo y una angina de pecho: sigue ingresado en una unidad de cuidados intensivos en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid después de contagiarse de la covid-19. Su estado es grave pero estable, con necesidad de oxígeno pero afortunadamente sin haber sido intubado. Resines se había vacunado en dos ocasiones contra el maldito virus, y no tres como se había dicho en un primer momento. Todo el mundo confía en su recuperación, pero la sacudida ha sido importante.
Las muestras de afecto, de apoyo y estima se multiplican a medida que pasan las horas. Antonio es un profesional muy valorado por el público, pero también por sus compañeros del mundo de la interpretación. Y una de estas manifestaciones de respeto y calor le ha llegado de un colega con el que compartió aventura televisiva y el trance de superar un cáncer: hablamos de Dani Rovira, actor y presentador de 'La Hora D' en TVE. Resines fue uno de los primeros colaboradores del andaluz, aunque tuvo que dejar el programa esta segunda temporada por incompatibilidad con su agenda de compromisos. Eso sí, desde que no está, su recuerdo ha sido permanente.
Tanto es así que el pasado mes de noviembre Dani sorprendió a la audiencia con un homenaje muy singular: se tatuó su rostro en el abdomen. La imagen fue impactante, pero todavía más ha sido para Rovira enterarse de la mala suerte de su amigo y admirado compañero. Por eso este 24 de diciembre vuelve a enseñar este diseño para enviarle fuerza, recuperando una de las 'muletillas' de Resines en 'Los Serrano': "Me cago en tu estampa, Antonio, como no te pongas bueno".
Puestos a escoger frase, mejor aquella de 'Vamos hombre, no me jodas, no me jodas'. En todo caso, son dos cracks. Ánimos y fuerza.