Un luchador nunca se rinde. Un atleta no desfallece ante los obstáculos. Un artista no abandona el espectáculo. Todo eso, y más, es Dani Rovira. El malagueño ha vencido al cáncer y ahora también al coronavirus: ha podido subir al escenario del teatro del Soho de Málaga para hacer una de las 3 representaciones pendientes de Odio, el espectáculo con el que ha vuelto a su carrera profesional. Hace unos días el futuro era negro por las nuevas restricciones de la Junta de Andalucía para parar los contagios de la Covid-19, y Rovira quedaba tocado. Se tenía que cancelar. Dos días más tarde, ha obrado un nuevo milagro, y el público lo ha vuelto a disfrutar "en su salsa".
Rovira lo anunciaba entusiasmado: "vamos en hacer las funciones. Adelantaremos el horario en las 16:00h", dijo, además de otras medidas de seguridad. La ocasión lo valía especialmente: por volver a verle hacer su trabajo, y por el carácter benéfico de la función. Y claro: la carga de emoción de la cita era mayúscula. Al acabar el show, la ovación fue unánime, y la fotografía que refleja este momento, icónica. Rovira escribe: "No tengo palabras. Muchos años pisando este escenario lleno de huellas amadas. Me habéis llevado en volandas. Volver a casa, sano y salvo, es una sensación maravillosa. Y si, encima, es para a haceros reír, todo se vuelve insuperable." Su sonrisa es el mejor premio. Una sonrisa como la que compartió en una nueva instantánea con el dueño del teatro: Antonio Banderas.
- @zoeleo4017: Yo he flipado hoy viéndote,gracias infinitas miedo hacer esta vida más bonita,y que alegría de verte de nuevo en los escenarios y verte tan bien,te vamos en querer siempre crack
- @nettosamers: NO ME PUDE REÍR MASÍA; GRACIAS �������� GRANDE DANI
- @fiestadecomalaga: Gracias miedo hacer reír y dar todo
- @viirgiiniiaa94: Has sido el mejor ��������❤
- @gonzalezlopezpatri: ¡Se té quiere mucho Dani! Qué alegría verte tan bien
- @martasalasfernande: Que ser humano más grande eras Dani������������������������
La vida empieza a devolverle mucho de lo que le había birlado. Te lo mereces, Dani.