Sentenciado a cadena perpetua. Daniel Sancho ya conoce el castigo que le espera por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Al parecer, utilizando sus conocimientos culinarios, Sancho desmembró el cuerpo de Arrieta y dispersó sus restos en diversas ubicaciones, en un intento fallido por ocultar el crimen. Además de su condena, se le ha impuesto una multa de 119.000 dólares (aproximadamente 105.000 euros) como compensación a la familia de la víctima. También se le ha declarado culpable de ocultación de cadáver y apropiación indebida de documentación, al retener el pasaporte del cirujano.

Pero la condena legal no es el único castigo que Sancho está enfrentando. Su situación se ha visto agravada por el inminente traslado a la temida prisión de Bang Kwang, conocida como "El Gran Tigre" o el Hilton de Bangkok, un centro penitenciario exclusivo para hombres, que es sinónimo de condiciones inhumanas. Con capacidad oficial para unos 3.500 reclusos, este lugar alberga en realidad a más de 7.000, creando un hacinamiento extremo que agrava aún más las ya deplorables condiciones de vida. Las celdas son de apenas 4 metros cuadrados, compartidas por al menos ocho personas. La higiene es prácticamente inexistente. Y la alimentación se reduce a raciones básicas de arroz y gachas, insuficientes para mantener una salud mínima. Además, los continuos episodios de violencia y la transmisión masiva de enfermedades convierten a Bang Kwang en un verdadero infierno en la tierra, donde la corrupción campea a sus anchas.

Los amigos ricos de Daniel Sancho lo dejan solo

Sin embargo, lo que hace esta situación aún más desgarradora es la soledad en la que Sancho se encuentra. Abandonado por aquellos que una vez consideró amigos, ha sido completamente rechazado por las élites con las que solía codearse en Madrid. Entre estos amigos se encuentran figuras destacadas como Froilán de Marichalar, nieto del rey emérito Juan Carlos I, e Íñigo Onieva, actual marqués de Griñón y esposo de Tamara Falcó.

íñigo Onieva GTRES (2)

Sancho compartió con ellos veladas y noches de fiesta en exclusivos locales de las calles Recoletos y Serrano, así como en destinos de lujo como Ibiza y la Costa del Sol. Pero en su momento de necesidad, aquellos que alguna vez estuvieron a su lado le han dado la espalda.

Froilán bloqueó al instante a Daniel Sancho

El periodista de El País, Martín Bianchi, reveló que antes de que las autoridades requisaran su móvil, Daniel Sancho envió un mensaje desesperado de ayuda a Froilán a través de Instagram. Sancho, consciente del abismo al que se enfrentaba, pidió socorro al joven aristócrata. La respuesta fue fría y contundente: bloqueo. Froilán, en un intento por desvincularse de cualquier conexión con lo que ya era un escándalo mediático, eliminó los mensajes, lo bloqueó en el teléfono y dejó de seguirlo en las redes sociales.

Froilán

Por su parte, Íñigo Onieva también ha optado por cortar toda relación con Sancho. Quienes alguna vez compartieron risas y momentos de desenfreno en fiestas privadas y eventos de la alta sociedad, ahora fingen no conocerlo. Daniel Sancho, antes un joven con un prometedor futuro, se encuentra ahora aislado, no solo por los muros de una prisión brutal, sino también por el silencio ensordecedor de aquellos que una vez lo rodearon.