Los años pasan y Operación Triunfo ya lleva doce ediciones a la espalda, eso sí, ninguna podrá superar el furor de la primera entrega. La ilusión de los dieciséis jóvenes al vivir por primera vez la experiencia de la academia musical quedará siempre en la historia de la televisión. Escondidos de Chenoa i David Bisbal les convertía en la pareja perfecta en el momento ideal, la victoria de Rosa López la llevaba a Eurovisión y los llantos de David Bustamante lo hicieron despuntar durante su carrera musical. Los caminos profesionales los hicieron separar y, aunque todo el mundo mantenga el recuerdo de la amistad entre el grupo de jóvenes, todo formó parte de una parafernalia.
La aparición en chándal gris de Chenoa y el sonado éxito internacional de algunos de ellos ya nos lo auguraban: la amistad entre el grupo estaba más que rotura. Veintitrés años después, pocas veces los hemos vuelto a ver a todos juntos. Mientras la mayoría señalan a los más exitosos de no querer mantener la amistad, David Bisbal, la estrella de la edición, los responde sobre los escenarios. Él lo tiene claro, no bajará de su cima para saludar a los que serían a sus primeros compañeros. Ni en broma.
El de rizos y bulerías empezó una carrera estelar justo salir del programa. Hipnotizaba a todo el mundo con su patada, su carisma y unas coreografías que aún lo acompañan. Él empezó el clásico triunfo del segundo finalista, cuando menos, a todo el resto de ediciones hemos podido ver cómo el segundo clasificado siempre acababa despuntando más que el ganador. Pablo López, Manuel Carraso o Aitana, los claros ejemplos que probaron la verdadera victoria. Pues bien, recientemente volvían a sonar las alarmas de la nula relación entre los míticos compañeros después de un nostálgico reencuentro para un acontecimiento muy especial. Gisela Lladó, mítica concursante de la primera edición, celebraba el babyshower de su primer hijo. Aseguraba que entre la lista de invitados había más nombres de sus compañeros de edición. Sin embargo, cuando la revista ¡Hola! le preguntaba por el resto de extriunfitos lo tenía claro: "Con los que cuesta es porque ya no son tan amigos."
Pocas horas más tarde de la gran indirecta de la catalana, David Bisbal lecontestaba y lo hacía de forma pública, sin escrúpulos y delante de todo el fandom. El almeriense actuaba en el Teatro Eslava de Madrid de la mano de Los 40. Un acontecimiento que recopilaba todos los éxitos de su carrera y también reunía en todo tipo de celebrities al acto: entre ellos, los expulsados de la nueva edición de OT. Durante el acontecimiento, Dulceida, una de las presentadoras, le preguntó el siguiente: "En vuestra edición ¿Sigue ese grupo de Whattsapp y seguís hablando"? Al responder, decidió enviarle un mensaje a la nueva generación: "Yo ni tengo idea si ese grupo de Whattsapp existe o no, lo que sí es cierto es, que vosotros mismo lo vais en vivir, yo pienso que la gente es libre de poder decidir con quien quiere tener una relación de amistad y eso vosotros lo vais a ver, no tienes porque siempre estar en el grupo del colegio, si te cae bien Pepe pues adelante y si te cae bien rosario, pues esa va a estar ahí, no tenéis por qué tener esa obligación" Boom. Él nunca se sintió excluido, simplemente no quiso encajar.
Un consejo que les va como anillo al dedo en los nuevos triunfitos. La edición del 2023 está siendo la más polémica con diferencia, las disputas y broncas están robando todo el protagonismo a las actuaciones musicales. No hay demasiada afinidad entre ellos y, a dos semanas de la gran final, no paran de salir trapos sucios de cada uno de ellos. David Bisbal triunfaba a la música y le daba la espalda al resto de sus compañeros, los cuales, algunos de ellos, han seguido manteniendo la relación veintitrés años después. El ego le pesa y en una balanza entre la fama y la humildad, él no ha sabido equilibrarlo. O bien, quizás no ha querido hacerlo.