Todo a punto para la gran guerra televisiva del año, la del prime time diario. Cada franja tiene sus batallas, algunas morbosas como Ana Rosa Quintana versus Sonsoles Ónega, su exempleada a quien desprecia. Otras más sanguinarias como la de las mañanas donde todo el mundo se cree líder en lugar del rey Alfonso Arús. Pero la guerra de verdad, la más importante por dinero, influencia y poder, es la de las 10 de la noche, la que marca el éxito o el fracaso de una tele, porque es la hora donde más gente mira la tele y la que marca el estilo, el tono de la cadena. La guerra en realidad tiene dos contrincantes y un condenado en .la crónica de una muerte anunciada: Carlos Latre. El imitador aceptó el reto de Telecinco sin las armas para luchar contra el todopoderoso Pablo Motos, empezando por la elección del director, el catalán Enric Lucena, un amateur para la gran guerra. Babylon Show es una pifia con un share del 6% que lo hará ser cancelado en pocos días, como con Cuentos chinos de Jorge Javier. El lunes viene la batalla final: Motos contra David Broncano.
Broncano ha presentado su programa La revuelta en el Festival de TV de Vitoria. Y de todo lo que ha dicho lo mejor es el invitado del primer día. Todos los que hacen TV son conscientes de que el primer programa tiene un valor especial, por la señal que envía. Motos pudo convencer a Rafa Nadal en una demostración de que las hormigas son las que mandan, y Latre va con un programa tan flojo que los invitados low cost no desentonan. Broncano sabe que su personalidad es la que hará atractivo el show, pero el entrevistado es la guinda y el que hará aparecer a TVE al día siguiente en los digitales. Broncano tiene un nombre bomba, el invitado que toda España sueña ver contestando preguntas surrealistas con respuestas que las superen en paroxismo. El nombre es Mariano Rajoy.
Ojalá convenza al expresidente para el lunes. Motos aquel día puede emitir un Hormiguero repetido, no tiene nada que hacer. Sería una gran golpe en la mesa de Broncano. Su fichaje acabó con la destitución del director de Contenidos de TVE, José Pablo López, y de la que era presidenta interina, Elena Sánchez. Broncano se ha quejado: "Esto ha convertido injustamente en un asunto de Estado. En verdad estoy muy tranquilo con lo que ha pasado en los últimos meses, no me llevo disgustos, pero el nivel de retorcimiento con el que se han dicho ciertas cosas, y otras que se han publicado falsas… Ha habido estupefacción con el nivel de utilización política, es decir, se ha utilizado buscando intereses particulares y mediáticos, y eso gracia no me ha hecho. Se llegó a sacar mi foto diciendo que su programa le iba a quitar dinero destinado a los enfermos de ELA y a material para la Guardia Civil. Yo porque soy muy tranquilo, y no me lo he tomado a la tremenda, pero eso en otra persona te puede reventar, y además cuando saben ellos perfectamente que es mentira, porque el dinero de RTVE se utiliza para hacer programas, no se lo quita a otros ministerios".
Preguntado por si invitará a Pedro Sánchez al programa ha recordado "Mi fichaje fue transparente y no un plan de Pedro Sánchez para bajarle audiencia al 'Hormiguero'. Si la gente piensa que en el programa vamos a hacer propaganda sobre Pedro Sánchez está muy equivocado, es más le invito a que lo vea y opine. No me importaría entrevistarle, aunque si se abre la veda de entrevistar a políticos, preferiría a Mariano Rajoy. Creo que más allá de político, es una persona graciosa, ya sin quererlo y podría estar bien". Motos tiene rival, por fin. El máximo enemigo del Hormiguero no es Broncano sino Motos y la deriva facha que lo ha conducido a ser un referente de la derecha mediática. Broncano, en cambio, viene a divertirse.