Hace unos años, David Meca se hizo famoso por sus retos imposibles vestido sólo con un bañador. Cuanto más larga fuera la distancia en mar abierto, más le motivaba a él. Cuantos más tiburones se encontrara por el camino, más ganas tenía de cruzar nadando la zona. El estrecho del canal de la Mancha, el estrecho de Gibraltar, ir de Gran Canaria a Tenerife, la bahía de San Francisco... retos inhumanos que lo hicieron merecedor de ser una de las caras más conocidas del deporte patrio.
Después vendría un periodo donde te lo encontrabas hasta en la sopa. Una participación masiva en diferentes programas de tele, como cuando concursó en La granja de los famosos o cuando apareció vestido con esmoquin demostrando el arte que tenía moviéndose fuera del agua en Mira quien baila.
Con el tiempo también demostró que se movía bien entre esferas políticas. Como cuándo fue el año pasado a la Convención Nacional del PP en Sevilla a dar una charla motivacional a los feligreses de derechas que fueron al acto. 'Nadar hacia la orilla del éxito' fue el título de una ponencia que hizo al lado de Pablo Casado, Andrea Levy o Javier Maroto. No parece que los líderes populares hicieran mucho caso a la charla, teniendo en cuenta los resultados conseguidos en las pasadas generales.
Ahora, a tres días para unas nuevas elecciones, Meca ha vuelto a ser protagonista. Esta vez por lo que ha escrito en las redes después de un incidente que ha tenido su madre. Explica el nadador que un mantero, en el centro de Madrid, empujó a su madre al suelo. La mujer fue trasladada a un hospital con una posible fractura de cadera. Y él ha estallado. Pero los términos en que ha detallado el accidente no han acabado de convencer a la red: “Lo siento pero es VERGONZOSO lo que está sucediendo en Madrid con los manteros. En la Puerta del Sol acaban de tirar al suelo a mi madre golpeándola con una manta llena de bolsos y se la llevan al hospital por posible fractura de cadera. El mantero ni le ha pedido perdón. VERGONZOSO!”.
Hasta aquí, sentimiento más o menos de empatía de la red hacia él y especialmente hacia su madre. Los palos le han caído por lo que ha dicho después, dando más detalles del agresor, y empezando de la peor manera la frase: "No soy racista..., pero...". En primero de tolerancia ya se enseña que si no quieres que te tilden de racista y xenófobo, no empieces diciendo algo parecido. El resto del comentario dice: "No soy racista y creo que a la gente hay que darle oportunidades... pero por favor.. basta de mala educacion y basta de gente/culturas que no respetan a las mujeres. Mi madre en el suelo y el mantero riendo despues de haberle golpeado... VERGONZOSO!".
La réplica a este tuit ha venido en forma de comentarios dándole apoyo, pero que transpiraban un racismo que echaba para atrás, o bien dejándole claro que esta no es la manera de lamentar lo que le ha pasado a su madre: