Hace unos días se terminó, después de 14 años, uno de los programas más exitosos y al mismo tiempo controvertidos, polémicos y que no ha dejado nunca a nadie indiferente de la historia de la televisión en España de los últimos años. Sálvame cerraba el chiringuito con una hoguera, con muchas lágrimas, con el adiós de muchos de los que han formado parte, con la ausencia sonada de Jorge Javier Vázquez y con un hasta pronto de los colaboradores más queridos, como Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Terelu Campos, María Patiño o Lydia Lozano, que harán un spin off en Netflix, buscándose la vida, profesionalmente hablando, por las américas. Un programa que, como el Sálvame, dirigirá un catalán que está muy ligado al programa, que era quien cortaba el bacalao, quien decidía, y quien, por qué no decirlo, también tenía que aguantar las neuras de colaboradores e invitados. Hablamos de su director, David Valldeperas.
El periodista, pieza fundamental del engranaje del programa, un tipo encantador, buena gente hasta decir basta, como podemos acreditar los que lo conocemos hace tiempo, hemos trabajado con él y le queremos, que a veces no lo ha tenido fácil por haber de lidiar con toda la troupe de un programa de estas características. Otras veces, también es cierto, ha sido un placer dirigir el programa. Valldeperas ha mantenido una conversación deliciosa con Jordi Basté en El món a RAC1 y ha hablado de todo. Se ha mojado cuando tocaba, por ejemplo, definiendo con una palabra a los principales colaboradores, como si fuera 'El 1x1' de Sálvame: "Víctor Sandoval: explosión; Chelo García-Cortés: la mudita más entrañable y necesaria de la historia, sus silencios son maravillosos, la pinchas un poco y salta; María Patiño: verborrea, showwoman; Lydia Lozano: absolutamente necesaria para nuestro universo, el Xavi Hernández de 'Sálvame', se trabaja de maravilla con ella, siempre dispuesta a darte más, y la he puteado mucho, pero a ella le gusta la marcha; Kiko Hernández: clave para el desarrollo del programa, el agitador, pero el amor lo ha vuelto más blando; Terelu Campos: el glamour; Kiko Matamoros: el intelectual, el fuerte de la clase, con una vida apasionante; Belén Esteban: la espontaneidad, te levanta cualquier momento, y sin pinganillo, generadora de contenido, muy afable, próxima, dulce, maravillosa".
Palabras sentidas. No tanto para una gran ausente el día de la despedida, Paz Padilla, presentadora durante mucho tiempo del programa. ¿Qué pasó con ella?: "Paz Padilla ya vistéis cómo se marchó del plató, no la hemos vuelto a ver. Desde aquel día no tengo relación, y tenía buena relación. Dio por cerrada una etapa y no sabía cómo cerrarla y vio aquella oportunidad, se sentía, no maltratada, pero sí no protegida. Y no es cierto, pero ella tenía aquella visión y no ha querido saber nada de nosotros". ¿Y Carlota Corredera?: "Había una cosa preparada, pero al no estar Jorge decidimos hacer con las presentadoras que teníamos y ya". Lamenta que Jorge Javier no estuviera en el día del adiós del programa, y cuando Basté le ha querido estirar de la lengua sobre qué famoso del universo Sálvame se lo ha hecho pasar peor, le han preguntado por algunos nombres, pero él lo tenía claro. Le pregunta Basté: "¿Un colaborador que esté o que ya no, que sea la maldad, mala persona?". Él lo tiene claro: "Sí. Y tanto. Hay gente despreciable. Por allí ha pasado gente muy despreciable. Pero no te lo diré porque le encantará que lo diga. Solo diré que es un hombre. Pero despreciable, ¿eh? DESPRECIABLE. Uno que es absolutamente despreciable, y después, 'pequeños despreciables'".
Cuando sí que Valldeperas ha dicho nombres y apellidos ha sido cuando ha recordado un tensísimo encontronazo con un famoso del que se ha hablado bastante en el programa, curiosamente, muy ligado a una colaboradora a quien él le tiene cariño, Lydia Lozano. De hecho, tan ligado a ella como que es su marido, Charly. Explica qué pasó en una terraza de Madrid: "Os explicaré una anécdota: Charly me odia a muerte. Hace años coincidimos en una terraza de un restaurante de Madrid. Me acerco a saludar a Lydia, y ella: '¡Ay, mi Vallde'!, y estaba Charly al lado y me dice: 'Ni me toques, me das asco', delante de ella. Y Lydia, llorando. Me lo dijo en serio". ¿Por qué?: "Yo creo que no me perdonará nunca una vez que salieron unas fotografías de ellos, de Lydia y Charly, de vacaciones, creo que en las Canarias, y reprodujimos las fotografías de la portada, con un doble de Charly con un barrigóóón... A partir de aquel día me hizo la cruz".
Peor para Charly. Porque el bueno de David es un trozo de pan. Recuperen la conversación deliciosa entre él y Basté:
David Valldeperas, maravilloso.