Sí. El Barça no hizo un buen partido en Granada. Sí. De hecho, el Barça no es solo que no hiciera un buen partido en Granada, sino que hizo una chapuza, con el esperpento del primer gol rival encajado a los veinte segundos de partido, solo empezar. Pero a pesar del mal partido, el Barça volvió a ser víctima de un robo indisimulado. Los de Xavi Hernández tuvieron que remar contra un 2 a 0 y al final rescataron un punto de Los Cármenes gracias al gol de Lamine Yamal (genio, jugador más joven en toda la historia de la Liga en marcar un gol con 16 años y pocos días) y al de Sergi Roberto en las postrimerías del partido. Y casi remontan, a pesar de jugar ni fu ni fa, si el árbitro, Soto Grande, hubiera concedido un gol de Joao Félix que hubiera tenido que subir al marcador, porque el fuera de juego de Ferran Torres no incidía en la jugada, o si hubieran silbado un penalti clarísimo a Christensen... Pero el árbitro, el mismo, por cierto, que nos estafó un penalti en el descuento en el primer partido de Liga en el campo del Getafe, ni el VAR, lo consideraron así. El colegiado, tocando el violín. El VAR, tocando el violín... Y DAZN, tocando el violín.

arbitre
Soto Grande, árbitro del Granada - Barça

El escandaloso robo a mano armada no fue motivo suficiente para que en la retransmisión del Granada - Barça en la plataforma se pusieran las manos en la cabeza. De hecho, fue todo lo contrario. Ni caso del penalti al central azulgrana, y con respecto al fuera de juego, justificaciones torpes, pasando de puntillas, y aquí no ha pasado nada. Escandaloso también el silencio miserable cuando durante allgunos segundos, en la segunda parte, se oyeron claramente cánticos en el estadio del conjunto andaluz sobre "¡Puta Barça! ¡Puta Barça"!... Y en DAZN, ni mú, por si las moscas. Y al final del partido, nada de polémica, como si hubiera sido un arbitraje impecable de Soto Grande y no le hubieran robado nuevamente dos puntos al Barça. Los espectadores, no por acostumbrados, se han quedado callados, hartos de atracos a mano armada y de silencios cómplices.

Queda poco, muy poco, para que servidor se ponga a mirar los partidos del Barça con el mute puesto.