Los fans de Lídia Heredia están de enhorabuena. Desde que la magnífica periodista y presentadora badalonesa anunció que después de muchos años, dejaba Els Matins para emprender la aventura de hacer las maletas y marcharse hacia los Estados Unidos para hacer de corresponsal, sus seguidores no veían la hora de poder volver a verla delante de las cámaras, ni que sea a kilómetros de distancia. Y el momento ha llegado. Antes, sin embargo, de su debut para explicar todo lo que pasa allí, la Lidia sufrió un pequeño susto, justo antes de volar hacia allí. Tal como le confesaba a Albert Om, "Si nada se tuerce me marcho a los EE.UU. el día 16 de septiembre. Me he encontrado al conde de Godó en el ascensor de RAC1 y he pensado ay sí que estoy en Can Godó. No me abrazo demasiado a Toni Clapés porque tengo una costilla fisurada. No tiene ningún glamour, intenté pescar una bayeta de un patio de luces. Basculé sobre el alféizar anguloso de la ventana y sentí clac. ¿Era una bayeta, qué necesidad había? Ahora no puedo abrazar ni cardar normal. Estoy en una despedida delicada a mí que me gusta el contacto".
La costilla continúa con su proceso de recuperación, pero harían falta muchas costillas fisuradas para evitar que Lidia no estuviera este martes a punto para informar a los espectadores de todo lo que pasa. Cosa que finalmente se ha producido. TN Vespre presentado por el gran Carles Costa, ahora que Toni Cruanyes está en Ucrania. El presentador conecta con Nueva York. Advertencia muy contundente del Secretario General de las Naciones Unidas en la apertura de sus reuniones anuales en la ciudad de los rascacielos: el mundo va por mal camino, un "mundo paralizado incapaz de plantar cara a problemas que ponen en peligro el futuro de la humanidad y del planeta: la invasión de Ucrania, crisis de energía y alimentos y emergencia climática", advertía Costa antes de conectar con "la nueva corresponsal de TV3 en los Estados Unidos, Lídia Heredia."
Y allí aparece ella. Con rigor, con su capacidad de informar de manera perfecta, Heredia ha hecho una conexión impecable durante 3 minutos, antes de que la despidiera su compañero en plató: "Gracias Lídia, y mucha suerte en esta etapa de corresponsal". Ella, como siempre, discreta, agradecida y sin darle más importancia. Un sencillo "gracias". Pero las gracias se las damos nosotros a ella, por adelantado, por el impecable trabajo que seguro que hace durante este tiempo que sea la encargada de acercarnos la información de los Estados Unidos. Los espectadores, satisfechos. Y sus compañeros de TV3, orgullosos de ella y demostrándole públicamente su apoyo y afecto y dándole una merecida enhorabuena por su debut. Especialmente emocionantes han sido los mensajes de Carles Prats o Joan Carles Peris, que de corresponsalías por todo el mundo saben un poco.
Nos sumamos a las felicitaciones. La primera de muchas conexiones imprescindibles.