Enrique Iglesias y su padre, Julio Iglesias, comparten una pasión evidente: la música. Dicha pasión, aunque suene triste, en vez de unirlos, les separó, pues Enrique Iglesias quería hacerse también un camino por la industria, como lo había hecho su padre, pero a su manera. Esta decisión fue la que enterró la relación entre padre e hijo. Sin embargo, antes de hablar a fondo de esto, necesitamos un poco de contexto. 

La relación de Julio Iglesias con sus hijos nunca fue la más cercana

Julio Iglesias e Isabel Preysler tuvieron una relación fructífera, pues ha dejado a 3 hijos con el apellido del famoso cantante. Sin embargo, se podría decir que era una relación a distancia, pues debido al trabajo de Julio Iglesias, poco estaba en su casa. Normalmente estaba de gira en gira alrededor del mundo, mientras que Isabel Preysler se quedaba con sus hijos en casa. 

Debido a esto, los descendientes de Julio Iglesias crecieron sin su presencia y no había esa grata cercanía de “padre e hijo” que sí que desarrollan otras familias. Aunque había cariño, pues Enrique Iglesias admiraba a su padre, solo bastaba una sola acción por parte de él para que su relación con su padre se encrudeciera mucho más, y de eso es de lo que queremos hablar. 

Julio Iglesias no quería que su hijo entrara en la misma industria que él

A pesar de que no tenemos un motivo como para decir que Julio Iglesias no quería que su hijo se dedicara a la música como él, sí que tenemos la historia en la que el joven cantante casi ve su carrera truncada por su padre. Como sabemos, a día de hoy, Enrique Iglesias tiene una carrera como artista plenamente consolidada. No tanto como la de su padre, pero sí que ha alcanzado el éxito. 

Antes de alcanzar el éxito, de hecho, antes de ser cantante profesional, Enrique Iglesias recibió un contrato por parte de una discografía para que pudiera dar sus primeros pasos en la industria musical. Sin pensarlo, el joven hijo de Julio Iglesias firmó este contrato debido a que su sueño era ser cantante, ser igual que su padre o al menos continuar con el legado de este, algo que no le agradó mucho al patriarca del clan Iglesias. 

En ese momento, Julio Iglesias ya estaba casado con Mirando Rijnsburger, así que el contacto con Isabel Preysler era casi nulo, y poco era el que tenía con sus hijos. Sin embargo, se enteró de que su hijo había firmado dicho contrato, y le pidió por todos los medios posibles que desistiera, algo que no le agradó a Enrique. Quería ser músico y nadie iba a evitarlo. Fue así como dio inicios en el mundo de la música, pero también, de cierta forma, enterró su relación con su padre, y separó totalmente sus vínculos. El propio cantante afirmó que, todavía a día de hoy, su padre está un poco resentido porque no le hizo caso. Sus razones tendría Julio Iglesias para ponerse así.