El mundial de fútbol ha eclipsado el panorama futbolístico durante un mes. Solo se ha hablado de jugadores y entrenadores que participaban en la máxima competición, el resto parecían no existir. Una percepción equivocada, han estado de vacaciones y muchos equipos han aprovechado para jugar amistosos. De hecho estos días hay partidos de Copa, hemos llegado a ver a algún internacional presente en Catar participando en las eliminatorias, como por ejemplo a Yeremi Pino del Villarreal. En su caso, eso sí, no tuvo ningún minuto con Luis Enrique, no cató Catar (perdón por el chiste de los compañeros de deportes de El Nacional.cat). Hay duelos coperos en la mayoría de competiciones europeas. En Turquía también. Allí juega una estrella que tampoco ha pisado el emirato ni el mundial. Podría haberlo hecho, ha sido un crack y eterna promesa de la Premier League, y solo tiene 26 años. Pero su historia es otra, de tener un precio de 100 millones en el Tottenham a que en la selección inglesa la idea de convocarlo les hiciera morirse de risa. Su declive era insoportable, y tuvo que probar suerte y empezar de nuevo en Turquía. Un país donde ya le han tomado la matrícula. 3 meses y adiós.
Hablamos del inglés Dele Alli, fichado por el Besiktas y recibido por su afición como si fuera Messi, pero más alto. Los seguidores turcos son pasionales, exagerados también. No están para romances. O estás con ellos, o contra ellos. No los quieres de enemigo, no. Hablando de romances: nos interesa la vida de Dele Alli por dos razones, por chismorreo futbolístico y por el vínculo que tiene con Catalunya. ¿Cuál? Pues haber sido ex novio de la hija de uno de los catalanes más universales, emblema culé y del país. Hablamos de Maria Guardiola, hija de Pep y Cristina Serra, un icono de moda, tendencias y enormemente seguida en las redes sociales. Su historia de amor la conocemos por unas fotos besándose, otras saliendo de una cafetería y el relato de una noche de fiesta en una discoteca. Era 2021, ahora ya no hay relación. Aunque siempre ha habido rumores que decían que la llama no había muerto del todo.
Dele Alli sentenciado contra un tercera división, cambio fulminante a la media hora
Uy, llamas. Un incendio colosal es el que acaba de provocar Dele Alli en Turquía, ante sus seguidores y contra un equipo de tercera división. La indolencia del mediocampista, su rendimiento inexistente y su apatía contribuyeron a que los locales perdieran por un humillante 0-2 cuando llevaban 27 minutos. Y de una humillación pasamos a otra: cambio. A los 28 minutos la gran estrella al banquillo. O a casa. O lo más lejos posible. Está acabado en este equipo y para esta afición. "Lo odian", dijo un comentarista turco. Lo abuchearon de mala manera, parece que le quedan dos amigos y medio en su aventura turca y van disminuyendo. Si quieren oír la pitada y ver como marcha resignado del campo, hagan click en la imagen del Diario Olé de Argentina.
La vida dura y traumática de una promesa del fútbol mundial que salió con Maria Guardiola
Lo vemos pronto cogiendo el vuelo de vuelta a Londres. La mala noticia, que lo tendrá mal para jugar en la élite. Ni su ex equipo ni el Everton, los que compraron la moto antes que el Besiktas, lo quieren ni a 500 metros de los campos de entrenamiento. El futuro parece negro para alguien que ha sufrido mil batallas y situaciones alucinantes en su vida. Nació en una familia en la que al padre lo abandonó a la semana. A los 8 años apareció y se le llevó a Lagos, Nigeria, donde lo convirtieron en un príncipe yoruba. El hombre, millonario, hizo que lo acompañara 3 años después a vivir en Houston a expandir su empresa de éxito, sin saber que duraría poco: el señor lo envolvía y lo devolvía a Londres antes de largarse a Canadá. De vuelta con su madre, el caos: una señora con problemas graves con el alcohol, parejas, hijos. Después de calamidades de todo tipo lo entregaron en adopción, y el fútbol fue su salvavidas. Llegó muy alto, pero nunca ha acabado de romper. Y sobre todo de mantenerse. Lo que le está pasando en Turquía es un episodio más de un drama que en algún momento ha tenido una conexión muy fuerte con Maria Guardiola.
Seguro que a Maria le sabe mal lo que está viviendo aquel con quien compartió momentos de felicidad. Eso sí, parece que se ha ahorrado unas cuantas penalidades.