La exitosa carrera musical de Shakira ha estado marcada por numerosos hitos, pero su relación personal y profesional con el empresario argentino Antonio de la Rúa ha dejado una huella profunda en la vida de la cantante que la llevó a una batalla legal multimillonaria. La demanda de 100 millones de dólares presentada por su ex pareja contra ella ha revelado las tensiones ocultas que existían en su relación, inicialmente presentada como una separación amistosa.

Shakira y De la Rúa comenzaron su romance en 2000, y durante más de una década, fueron una de las parejas más mediáticas del mundo del entretenimiento. Juntos, construyeron una relación que no solo se basaba en el amor, sino también, según De la Rúa, en una colaboración profesional que incluyó la gestión de la carrera de la cantante. Sin embargo, en 2011, la pareja anunció su separación, lo que fue interpretado por muchos como un final cordial y consensuado.

Los alegatos de Antonio

A pesar de las apariencias, la situación pronto se volvió complicada. Antonio argumenta que contribuyó en mucho referente a la planificación de la marca “Shakira”, que parte de su éxito fue gracias a sus esfuerzos y que esta participación no fue debidamente reconocida ni compensada. En su demanda sostuvo que tenía derecho a una parte significativa de las ganancias generadas por la música de Shakira, así como de otros proyectos comerciales que ambos habían desarrollado durante su relación. De la Rúa afirma que, a pesar de haber trabajado arduamente para construir la carrera de la artista, fue excluido de los beneficios económicos que surgieron de su éxito. La cifra de 100 millones de dólares representaría su parte justa de los ingresos generados.

La realidad tras la demanda

Algunos portales apuntan a que el móvil de la demanda de Antonio de la Rúa era el despecho y la herida de la traición al enterarse que la artista lo había dejado por Piqué, a quién Shakira conoció mientras aún tenía una relación con él. Sería la cantante misma quien le anunciaría su romance con el futbolista a través de un mensaje, lo que conllevo a la ruptura de la pareja. Esta demanda falló en favor de Shakira, quien contrademando a Antonio contraatacó con otra demanda por daños y perjuicios y por haberle robado la suma de 6,6 millones de dólares. Antonio y Shakira estuvieron enfrentados en medio de batallas judiciales millonarias por un tiempo, hasta que, tras muchas desestimaciones abandonaron el campo de lucha y dejaron el pasado atrás.

Durante años estuvieron envueltos en un cruce de batallas judiciales millonarias, demandas y contrademandas. Por este y otros asuntos, Antonio fracasó en todas sus pretensiones y Shakira también. Los jueces desestimaron sus demandas. Finalmente, la pareja enterró el hacha de guerra y el tiempo cicatrizó las heridas. El conflicto legal entre Shakira y De la Rúa también plantea preguntas sobre la naturaleza de las relaciones en el mundo del espectáculo, donde las dinámicas de poder y las expectativas pueden complicar tanto la vida personal como la profesional.