Un nuevo drama atañe al universo Sálvame. Más allá de la cancelación del mítico formato de La Fábrica de la Tele, parece que los problemas no cesan. En este caso, algo que afecta directamente a una de las colaboradoras del programa. A diferencia de lo que muchos puedan pensar, en esta ocasión no se trata de Belén Esteban, ni de Lydia Lozano, ni de María Patiño, ni de Chelo García-Cortés.
Este calvario personal concierne a una televisiva como pocas, una de las más reconocibles a simple vista. ¿Suena el nombre de Almudena Martínez? Lo más probable es que no, porque pocos la llamaban así desde que saltase a la fama en el 2008. A ella la conocemos por un rasgo que no da lugar a equívocos y que le regaló un sobrenombre inolvidable: Chiqui.
Natural de Cartagena, Murcia, esta cajera de supermercado de por entonces 24 años se embarcó en la aventura de vivir la décima edición del Gran Hermano. No se hizo con el premio por entonces, pero sí llegó muy lejos junto a sus íntimos Iván Madrazo y Orlando Breyner. Quedó tercera, pero la tele no podía dejar escapar un personaje de este calibre.
Poco tardó Chiqui en hacerse un hueco en buena parte de la parrilla de Telecinco. Tras la retirada de Adriana Abenia, la murciana se incorporó como reportera al cortijo de Jorge Javier Vázquez, aunque un tiempo después terminaría siendo despedida. La etapa, aun así, le dio para bastante. Su novio de la época, Borja Navarro, le pidió matrimonio en una entrevista en el Deluxe y se casaron en Las bodas de Sálvame. Un enlace oficiado por Kiko Hernández y Carmen Alcayde con Mercedes Milá como madrina. Espectáculo grotesco.
Después de eso, estaba claro que el siguiente paso era Supervivientes. Martínez compartió isla con personalidades pintorescas a más no poder. La Pelopony, Oriana Marzoli, Anabel Pantoja e incluso la sobrina de Aznar. Un casting inolvidable para una edición de la que no salió del todo bien parada. Su marido se lo pasó muy bien con otras mujeres durante su estancia en Honduras, y, aunque lo perdonó en primera instancia, al tiempo terminaron partiendo peras. Como el rosario de la aurora, a pesar de que antes de la catástrofe amorosa nacería su hija Alma.
El último drama de Chiqui: a punto de perder su casa
Poco o nada se sabe ya de ella. Probablemente, solo estén al tanto de su día a día aquellos que gusten de seguirla en sus redes sociales. De cualquier modo, es habitual que aparezca eventualmente en la pequeña pantalla porque tiene algún problema y necesita hacerlo público. Un 'modus operandi' a lo Leticia Sabater que retomaba el pasado fin de semana en Socialité. Chiqui explicaba visiblemente emocionada que está a punto de perder su casa familiar.
El problema vendría a raíz de la construcción de una mina al aire libre para generar cemento en el Campo de Cartagena, donde ella reside. En su momento más activista, Almudena reclama soluciones para ella y el resto de personas afectadas por la situación. Algunos, según ella, mayores de 90 años. "Hay gente mayor que va a perder sus casas, mis padres son dependientes. ¿Dónde van a ir? ¿Debajo de un puente?".
Chiqui llora y hace un llamamiento a las autoridades de la región. "No queremos dejar nuestras casas, no queremos la mina de carbón". Es la nueva Greta Thunberg.