El indulto a los presos políticos no ha reducido sustancialmente el número de lazos amarillos en las solapas o a las farolas de las calles de Catalunya. Hay políticos o tertulianos que los mantienen, como Laura Borràs o Pilar Rahola, y quedan pueblos en que los mantienen colgados pensando en los exiliados o los que siguen represaliados.
Hará falta más tiempo para que el dolor por los porrazos el 1-O y por el encarcelamiento del Govern no sea una herida abierta. Con esta sensibilidad a flor de piel, siempre quedan unionistas que consideran que tantos años en prisión de políticos indepes merecen hacer burla. Acaba de pasar en Madrid por una boda:
Los amigos del novio le han preparado una despedida de soltero disfrazados de presos políticos indepes. Lo ha difundido un tuitero independentista. Esta es la foto de la vergüenza, con todos los hombres a plena luz del día en una calle céntrica de la capital de España.
Van pre-borrachos con un disfraz casposo: gorra de preso de características rayas horizontales, calzón corto y camiseta blanca logotipada: una foto del novio en el pecho y en la espalda el dorsal del nombre de un preso político: Cuixart, Turull y el resto. Peor lo hicieron con el novio, que en la foto aparece escondido por sus amigos.
El futuro marido va disfrazado con los colores de la senyera: traje amarillo indepe, barretina y capa roja. Como un superhéroe catalán:
El anticatalanismo no se debe confundir con sentido del humor. Algún peatón les hizo la foto y han quedado retratados. En redes nadie le ve la gracia:
Hemos ido a peor. Antes en Madrid Arévalo hacía chistes de catalanes tacaños. Ahora, cualquier gracia sobre catalanes tiene que ver con el independentismo. Desde la mala película Ocho apellidos catalanes a El hormiguero haciendo befa de un Oriol Junqueras en la cárcel.
Lo dibujaron bizco, con algodón en las mejillas para parecer más gordo, sólo pensando en comer, hablando con un acento catalán exagerado y una camisa a punto de reventar:
Mientras en Catalunya el Polònia de TV3 no hizo escarnio ni gags de los presos durante el encarcelamiento, España lo hacía mientras cumplían condena y lo seguirá haciendo ahora. En cambio de la corrupción en la Casa Real ninguna TV española hace sketchs.
La despedida de soltero en Madrid puede acabar con el tiempo siendo otra despedida: Adeu, Espanya.