El Barça está de enhorabuena, gana la Liga con mucha superioridad sobre sus rivales, contra su enemigo vecino, el siempre híper motivado Español, y el día que hace el desfile de Campeones se hace público que la Cadena Copa despide al periodista que fue condenado por difundir la falsedad más bestia del Barça: que el equipo se dopaba, según adelanta El cierre digital, Juan Antonio Alcalá, ha sido despedido de la radio. Aquella mentira costó una indemnización descomunal, 200 mil euros en la cadena de radio, que tuvo que pagar al Barça por injuriarlo. La gota que hace tirar el vaso es lo que hizo durante el Mundial de Qatar, cuando manipuló unos audios de Luis Enrique, demasiado culé para él, para hacer creer una cosa diferente de la que había dicho. El jefe del programa de radio, Juanma Castaño, se tuvo que disculpar pero tomó nota y ahora, seis meses después, echa el subordinado que lo dejó en ridículo. Fuera.
Según el digita"La Cadena COPE ha rescindido el vínculo laboral que le unía a Juan Antonio Alcalá tras casi trece años de relación profesional. La cadena episcopal, con su director deportes Juan Carlos González 'Xuancar", decidió avenirse y cerrar su contrato. El periodista llevaba ya seis meses apartado de la emisora por "manipular" un audio contra Luis Enrique. Anteriormente, la cadena Cope tuvo que pagar al Barça porque Alcalá les acusó sin pruebas de dopaje y al Espanyol por asegurar que amañó un partido". Increíble que alguien con esta trayectoria siguiera en antena. Ya no. El Barça, Luis Enrique y el periodismo, se alegran.
Alcalá es el periodista que escupió un tuitero crítico con él diciéndole cuánto dinero le pagaba la COPE: "Seis años a 400.000 euros por temporada. Cuando estés muerto de hambre recuérdalo por si puedo ayudarte". Le dice a una persona de la calle "muerto de hambre" porque él cobra 400 mil euros anuales, una fortuna que ahora dejará de cobrar. Al paro. A ver qué medio lo contrata ahora. Salió de la SER después de acusar a sus compañeros de homófobos. Alcalá es uno de los contados periodistas de deportes que han reconocido su orientación sexual, como Francesc Garriga de Catalunya Radio.
Su relato en la revista Shangay fue de dolor: Recuerda como, durante la manifestación del Orgullo LGTBI de Madrid, algunos compañeros de redacción gritaban desde las ventanas de la octava planta '¡maricones, maricones!'. Unos gritaban y otros les reían las gracias". Después de aquello, él tenía un programa que presentar: "me iba de la redacción para no presenciar aquello y para llorar sin que nadie me viera. A las doce de la noche presentaba el programa en un estado anímico bajísimo. Han pasado más de veinte años, y duele recordarlo". La COPE le ha pagado los dos años de contrato que le quedaban. No quiere problemas. Lo quiere fuera.