El Doctor Alfonso Cabeza es una especie de verso libre, pero de su boca no salía poesía, sino todo lo contrario: exabruptos, improperios, menosprecios y descalificaciones a diestro y siniestro hacia cualquier cosa que se le pusiera en frente. Hizo del insulto una razón de ser, gracias a su verbo florido, que desplegó especialmente cuando en los años 80 compaginó la dirección del Hospital La Paz con la presidencia del Atlético de Madrid. Polémico e irreverente, precursor de muchos aprendices que hoy campan por las televisiones, era un tertuliano recurrente en muchos programas que sabían que teniéndolo a él, provocarían iras (y audiencia).
Ahora se mira los toros desde la barrera, pero si tiene que saltar a la arena, lo hace. En una entrevista para El Confidencial, el Doctor Cabeza mira hacia atrás, cuando fue considerado una mosca cojonera, una piedra en el zapato: "Es que yo me convertí en una persona incómoda muy pronto… porque este es un país de gilipollas, empezando por el Rey y terminando por el último tonto. Entonces los poderosos dijeron que ni un duro al Atleti o al doctor Cabeza y lo pasamos muy mal". Define al rey como gilipollas y también a sus súbditos, nadie se libra. Y justifica las deudas que dejaron sus gestiones con una frase contundente: "Este país es una casa de putas, aquí nadie trabaja con profesionalidad".
El forense sigue diseccionando a España:"Este país no tiene solución, por un motivo sencillo, la culpa viene de atrás, de los tiempos de Suárez, cuando se dejó engordar a los catalanes a cambio de su apoyo. Pero los tres presidentes más nefastos han sido Zapatero, Rajoy y el de ahora, que nos puede llevar a la ruina". Un Pedro Sánchez de quien dice que "si le abriéramos la cabeza a Pedro Sánchez, veríamos que dentro del cerebro tiene un rollo de papel higiénico usado". El medio insiste en que "según usted, el gran problema es el nacionalismo periférico". Respuesta: "A mi me da todo igual. Como lo del clima. Hay que vivir al día y procurar no molestar. Pero es que somos un país de hijos de puta. En España hay 48 millones de hijos de puta. Y, además, los 10 millones siguientes que nazcan también van a salir hijos de puta (risas). ¡Eso es lo malo!".
Un Doctor Cabeza que si se muerde la lengua, se envenena. Y él, tan pancho: Recuerdo una vez con García Candau, un periodista de 'El País' que era otro hijo de la… Me levanté en el palco, le miré y le hice un corte de mangas. ¡No veas la que se lio! Estaba Alfonso de Borbón al lado y me dijo que cómo le hacía un corte de mangas… pues coño, porque si uno es un hijoputa, pues se le llama hijoputa, si luego se demuestra que no lo es, pues que me demande o ya le pediré perdón". Queda clara su filosofía de vida.
El expresidente colchonero no se olvida de sus queridos amigos, los árbitros: "¿Cómo puede ser que un jefe de servicio de La Paz gane menos de 6.000 euros al mes y un árbitro, que son todos unos tronchamozas, ganen más de 300.000 al año?". Los futbolistas también reciben: "El fútbol está completamente 'amariconao'. Ahora juegan robots: les dicen lo que tienen que comer, lo que tienen que beber, les hacen análisis todas las semanas... y se nota en el juego". El Doctor Cabeza tiene 80 años y ya está jubilado... Imaginen si todavía estuviera en activo.