Carlos Alcaraz, o mejor, tal y como a él le gusta que le llamen, Carlitos Alcaraz, es el chico de moda en el tenis masculino. El escogido, ahora sí, para relevar a Rafa Nadal cuando el jugador mallorquín se retire. El tenista por quien todo el mundo bebe los vientos y se vuelve loco por ir a ver, desde el rey Felipe hasta su hermana la infanta Elena, con su hijo Froilán, pasando por Isabel Díaz Ayuso, todo el mundo se deshace con el carácter y el juego del murciano. Desacomplejado, hace buena la frase aquella de Cruyff de Salid y disfrutad cada vez que sale a la pista. Él se lo pasa a lo grande con una raqueta en la mano, tiene un despliegue de golpes maravillosos, y un carisma enorme, todavía mayor, que ya es decir, que su talento. Y si no que se lo pregunten a los espectadores de la Caja Mágica, dónde acaba de ganar el Mutua Madrid Open. O que se lo pregunten a Nadal, Djokovic o Zverev, números 4, 1 y 3 del mundo, respectivamente, a quienes dejó con un palmo de narices, con una autoridad, seguridad y desparpajo insultantes. No parece que tenga la edad que tiene, no parece alguien que está empezando, porque lo que hace sólo lo pueden hacer los escogidos.
Ahora tocaría que hubiera ido a Roma a disputar otro Masters 1000 en tierra batida, pero sabiamente ha decidido no ir para preparar comme il faut su participación en Roland Garros, donde se ha ganado por méritos propios ser considerado como uno de los favoritos a ganarlo. Alcaraz, por lo tanto, que se toma unos días para preparar el torneo y mirar de ganar la copa de los mosqueteros y para descansar y cargar pilas antes de la cita con el Grand Slam de París. ¿Dónde? En un entorno inmejorable y paradisiaco. Carlitos, como bien saben, juega a las órdenes de su entrenador, el mítico Juan Carlos Ferrero. El extenista valenciano le entrena y le aconseja 24/7 y siempre está pendiente de él. Y también lo acoge en su casa. O lo que es como su casa, la Academia Equelite, que regenta precisamente el exnúmero 1 del mundo.
Tal y como explica micasarevista, Alcaraz vive desde hace tres años lejos de El Palmar en su Murcia querida. ¿Dónde? En un bungalow de 90 m2 situado en Villena, Alicante. Una preciosidad de lugar, un rincón idílico para descansar antes de seguir entrenándose para ser el mejor, mejorar su juego y ganar todavía muchos más títulos. Un lugar de cuento de hadas, como el que parece que está viviendo el joven tenista. Una casita de madera sin muchos lujos, pero igualmente encantadora. El sitio ideal para que no se suba a la parra, y esté por lo que tiene que estar, pero igualmente, un lugar muy bonito. Explica el citado medio que todo y que "es una casa muy modesta y espartana, el tenista murciano vivía antes en un mini apartamento alicantino, de solo 25 m2, así que este alojamiento es ideal para sus necesidades profesionales".
Una casa prefabricada de madera que tiene un jardín maravilloso a tocar, un porche, comedor exterior y aparcamiento privado, y donde también hay cerca una piscina donde remojarse, especialmente, ahora que vienen las altas temperaturas, donde duerme y también hace entrenamientos caseros el mismo Carlitos, utilizando lo que tiene más a mano. En la academia de Ferrero también han pasado otros profesionales de primer nivel en el mundo de la raqueta como Pablo Carreño, Maria Sharapova, Guillermo García López o Nicolás Almagro, que también han pasado mucho tiempo, alojados aquí para mejorar su rendimiento encima de una de las 20 pistas que cuentan con un staff de primer nivel. En definitiva, una casita de madera ideal, perfecta para que Carlitos Alcaraz esté concentrado en lo que toca. Seguro que en la cama que tiene allí habrá soñado a menudo con los éxitos que vendrán... y que ya han dejado de ser un sueño para ser una realidad de presente... y de futuro. El mundo, a sus pies.