Helena Resano está sufriendo una de las peores sensaciones que un problema de salud puede provocar: no saber qué tiene. Y ya hace seis días. El domingo pasado sufrió un dolor en casa que le paralizó el costado izquierdo de cintura para abajo. No podía moverse. Ingresó en un hospital el lunes y seis días haciéndole pruebas no le encuentran qué pasa. El digital Infolibre publica un artículo escrito por la misma periodista de La Sexta para explicar cómo se encuentra. Hacía el Informativo del mediodía hasta el 8 de marzo, día de la Mujer. Desde entonces no ha podido volver a trabajar. Un drama para una madre con dos hijos, una adulta y un menor.
El artículo se titula Toca parar. Explica Resano: El domingo, de repente, mi lado izquierdo se durmió, de cintura para abajo. Pensé que era un pinzamiento, una más de las que me suele jugar mi espalda. Mi plan era el de siempre: estirar, un poco de descanso, calor local, relajante muscular y el lunes como nueva. No fue así.El lunes, a primera hora, vine al hospital. Pensando que me darían algo más potente para el pinzamiento, que la pierna despertaría y que tenía que pedir cita cuanto antes para mi fisio. Pero ya no salí. Los discos lumbares no eran los que me estaban paralizando esa parte del cuerpo. La parálisis subía de hecho hacia arriba y empezaba a afectar a la otra pierna.Y ahí es cuando dices “espera, ¿qué está pasando?Miedo a quedarse paralítica, angustia y empiezan las preguntas a los doctores.
Al miedo de no moverse añadir la angustia del médico que no tiene respuestas:En la primera consulta tras la primera resonancia el traumatólogo me miró y me dijo “¿Qué me quieres preguntar?”. Fueron segundos de silencio. Tenía muchas preguntas pero no quería verbalizarlas. Se lo dije así, “prefiero no preguntar”. “Y yo prefiero no responderte porque todo lo que diga son suposiciones”. Ahí empezó una interminable ronda de pruebas, de todo tipo, de entrar y salir en esos tubos angustiosos. De verme todo lo que pasaba en esa columna, en la cabeza. Y de pasar miedo. Lo admito. En esos ratos interminables en el tubo de la resonancia me he recordado que había olvidado que lo que más valía, mi salud, la había dejado de lado. Sigo sin respuesta, sin diagnóstico. Seguramente lo más desesperante para los médicos que no han dejado de buscar respuestas. Pero, al menos, encontrando el camino de la recuperación. La pierna ahí sigue, sin querer despertar. Ya le he dicho que nos quedan muchos bailes que disfrutar, muchas caminatas que hacer. Y que o se pone las pilas o se las pongo yo. Y ahí estamos negociando. Con el rehabilitador, la pierna y yo. " La pierna sigue sin funcionarle.
No puede caminar con una pierna. No se arrepiente de hacerlo público porque es una cara pública: "Nunca sabes hasta dónde debes contar lo que te pasa. En este caso, he tenido que hacerlo por razones ajenas a mí. Había compromisos profesionales que iban más allá de mi responsabilidad y que afectaban a más gente. Así que decidí colgar esa foto en IG que ha desatado el aluvión de noticias. Lo mío ha sido un susto, se ha quedado en eso. Y seguramente sea un aviso, un recordatorio, de que tengo que tomarme las cosas con más calma, que no soy 'superwoman', que no tengo por qué llegar a todo. Y que, si no llego, no pasa nada. Pienso seguir trabajandor Con mi pierna completamente recuperada en cuanto este episodio pase. Espero volver enseguida". El gremio, los espectadores y la buena gente esperan que vuelva pronto. Y la vida, con más calma. Un aviso a navegantes,