Aida Domènech, conocida en todas partes como Dulceida, y Alba Paul han roto su historia de amor. Una ruptura inesperada para el gran público, aunque en su círculo íntimo ya se apuntaba a un distanciamiento sospechoso y a la posibilidad de que el matrimonio separara sus caminos. Finalmente se ha confirmado este extremo: la de Badalona lo compartía con sus casi 3 millones de seguidores en Instagram con un mensaje doloroso y en el que reclamaba comprensión y respeto. "No estamos pasando un buen momento en nuestra relación, hemos decidido pasar este mes separadas. Yo voy a estar en Ibiza y ella va a estar haciendo sus cosas. No sabemos qué va a pasar, creo que es algo muy nuestro y por eso os pido que nos respetéis. Son momentos difíciles, sé que nos queréis", ha dicho. Unas palabras que fueron corroboradas por Alba: "toda relación tiene sus altos y sus bajos y ahora estamos pasando por uno de ellos, y hemos decidido tomarnos este tiempo para ver si se puede arreglar. Yo confío en que sí".
Las dos mantienen, pues, la esperanza. Han estado (y están) muy enamoradas, y a pesar de esta decisión ninguna de las dos quiere dar la batalla por perdida. Y es natural: la suya ha sido una gran historia de amor y de éxito.
Un amor que nació en 2014, cuando se conocieron en la inauguración de una tienda de ropa, y que coronaron con una jornada mágica: la de su boda el 10 de septiembre de 2016 en la Cala Morisca, en Sitges. Aquella boda fue 'de campanillas': Dulceida, ídolo de millones de jóvenes, se casaba con su novia, acaparando las miradas de los fans, sí, pero también de la prensa rosa. Fue Alba la que pidió la mano de la influencer durante un Día del Orgullo LGTBI+, pero la fecha, el emplazamiento y el resto de detalles se mantuvieron en el secreto más absoluto. Finalmente, el enlace se llevó a cabo en esta idílica playa del Garraf y ante| sus seres más queridos, en un acto conducido desde el altar por el actor Javier Calvo y el músico Carlos Sadness. No faltó absolutamente nada: fiesta, desenfreno, cambios espectaculares de vestuario, escenas llenas de belleza y momentos emocionantes, como el de Aida recibiendo el ramo a manos de su hermano, Àlex, o las palabras de Alba, vestida con un esmoquin blanco, a su mujer. Una frase que ahora resuena con regusto agridulce: "Sí, para siempre". 5 años después, la relación está viviendo la peor etapa.
Dulceida y Alba quieren intimidad en este momento decisivo de sus vidas, pero parece complicado teniendo en cuenta el enorme impacto que la noticia ha tenido entre sus fans, y el interés de la prensa y el cotilleo. Desde aquí deseamos que, pase lo que pase, sea aquello que las haga levantarse y volver a sonreír. Y si están juntas, mejor que mejor. Hay parejas que están hechas la una para la otra. O eso parece, cuando menos. Ánimo y fuerza.