No ha habido ningún otro dúo cómico con tanto éxito como Martes y trece, Josem Yuste y Millán Salcedo. Eran capaces de hacer un único programa el año, el del 31 de diciembre en TVE, y que al día siguiente absolutamente todo el mundo se supiera sus gags de memoria: "Soy maricón", "En Baqueira nainonainoná, Mi marido me pega", "El rincón de la F"... Los espectadores que tienen ahora cerca de 50 años saben exactamente de qué gags se tratan. Empezaron siendo tres pero uno lo dejó, Fernando Conde el de la barba y entonces el dúo consiguió una química descomunal. Hacían mucha gracia. Ahora no harían tanta y serían acusados de casposos pero en aquella tele de los 80 y de los 90 eran los reyes. Hacían galas teatrales que los convirtieron en millonarios y llegaron a tener un programa semanal en La 1. De repente todo aquello se acabó. El trío que había pasado a dúo acabó siendo uno. Y como con Cruz y Raya cortaron porque se detestan. Y ahora salen las envidias, los celos, los reproches y los odios. Josema y Milán se odian y ahora que se acerca Fin de Año sale toda la porquería a la luz.
Millán Salcedo: "A Josema y a mí nos han ofrecido un cheque en blanco a cambio de hacer un programa de Fin de Año, pero dije que no. ¡No hay química entre nosotros!" https://t.co/VaDjT6lomN
— Vanity Fair España (@VanityFairSpain) December 1, 2024
Como pasa siempre, el que ha salido peor parado del dúo es quien dispara primero. Juan Muñoz de Cruz y raya detesta a José Mota, que todavía ahora hará el especial del día 31, y le escupe en la cara. Millán Salcedo ahora que ya tiene 70 años le ha hecho lo mismo a Josema Yuste en una entrevista en Vanity Fair: "El detonante del fin de Martes y trece fue la saturación. Pasábamos 24 horas al día juntos: viajando en coche, quedándonos en hoteles... Además, él y yo no teníamos nada que ver. Recuerdo una vez que actuamos en Bilbao y que estábamos peleados. Minutos antes de empezar a actuar habíamos estado llamándonos de todo. Entonces salimos al escenario y creo que aquel fue el mejor show que hicimos juntos". Una vez asentada que la culpa de la ruptura fue de los dos, que son antagónicos, Yuste es muy de derechas y heterosexual, Millán marca distancias señalando quién decidió romper: el mismo Millán Salcedo, y culpa a Yuste de cómo lo gestionó.
Millán Salcedo dispara con un bazooka: "No me gustó nada cuando Josema dijo que nunca habíamos sido amigos. Claro que éramos amigos, ¡muy amigos! Así era cuando yo estaba en la escuela de arte dramático, donde conocí a Fernando Conde. Él dice que estudió arte dramático, pero no es cierto. Como tampoco es cierto que decidimos cortar con el grupo de mutuo acuerdo. Josema quería seguir estrujando el limón. De hecho, después de que yo cortara, porque fui yo quien lo hizo, él montó un dúo con Flo [Florentino Fernández], porque pensó: “Pues ahora llamo a otro gordo y feo y me lo sigo llevando crudo”. Pues no, porque puede que yo sea el gordo y el feo del grupo, pero tengo talento, cosa que no tiene Flo". El párrafo contiene dinamita contra Flo, sin talento, y contra Yuste, que quería seguir Martes y trece por dinero, que mintió diciendo que él rompió el dúo y quiso poner a otro actor gordo y feo, como se considera Millán. Josema Yuste mentiroso, codicioso, prepotente e inseguro buscando a alguien que no lo eclipse.
Yuste ha contestado en el programa de Sonsoles Ónega de Antena 3: "Yo lo que hago es no mentir. No entro en ninguna polémica y menos con un compañero con el que yo he tenido una vida, una relación profesional magnífica. Siempre lo he dicho, la persona que más me ha hecho reír ha sido Millán. Él puede decir lo que quiera, yo no voy a entrar en absolutamente nada. Creo que ahí está mi carrera y ahí está la suya. Yo no he hecho pareja con 'Flo' en mi vida (miente). Yo he trabajado con muchos actores porque fue lo que decidí cuando dejé la pareja (miente, no lo dejó él). Decidí iniciar mi carrera de actor y separarme y olvidarme de lo que había hecho con él".
Esta es la parte más ridícula: Yuste dice que ha olvidado todo lo que hizo con Millán. En su cerebro no queda ninguno de los memorables gags de Martes y trece que toda España conserva. Para Yuste, una empanadilla es solo un entrante. Patético.