Mark Wahlberg, conocido por sus éxitos en la pantalla grande, oculta un pasado oscuro que pocos conocen. Antes de convertirse en uno de los actores más reconocidos de Hollywood, Wahlberg vivió una infancia y adolescencia marcadas por el consumo de drogas, la delincuencia y actos de violencia racial. Esta historia de redención y superación personal ha sido un viaje tortuoso para el actor, cuyo pasado sigue siendo un tema de controversia.

Nacido el 5 de junio de 1971 en Boston, Massachusetts, Mark Robert Michael Wahlberg tuvo una infancia difícil, agravada por el divorcio de sus padres cuando él tenía solo 11 años. Dos años después, comenzó a experimentar con la cocaína y pronto se encontró inmerso en el mundo de las drogas. A los 13 años, no solo era un consumidor, sino también un traficante de drogas. La delincuencia formaba parte de su vida diaria, abandonando la escuela para dedicarse al robo de coches y al asalto a jóvenes adinerados.

En una entrevista con '60 Minutes', Wahlberg recordó con humor su pasado criminal: “Era bastante bueno. Era bastante atrevido”. Este comportamiento delictivo se resumía en un deseo de tener lo que no tenía, lo que lo llevaba a salir y robar. El padre Jim Flavin, párroco local en el vecindario de Wahlberg, recordó cómo el joven intérprete solía saludarlo mientras conducía coches robados.

Crímenes de odio y violencia desmedida

Uno de los episodios más oscuros de su juventud ocurrió el 15 de junio de 1986, cuando Mark y tres amigos atacaron a un niño afroamericano de 12 años, Jesse Coleman, y sus hermanos, lanzándoles piedras y profiriendo insultos raciales. Al día siguiente, la pandilla de Wahlberg volvió a atacar a los niños durante una excursión escolar, persiguiéndolos y lanzando más piedras, lo que resultó en varios estudiantes heridos. Este incidente fue solo el comienzo de una serie de actos violentos y motivados por el odio racial.

Dos años después, Wahlberg, supuestamente drogado, atacó brutalmente a Thanh Lam, un hombre vietnamita. La noche del 8 de abril de 1988, Wahlberg golpeó a Lam con un gran palo de madera, dejándolo inconsciente mientras profería insultos raciales. Fue arrestado poco después y, aunque inicialmente fue acusado de intento de asesinato, finalmente fue condenado por asalto y pasó solo 45 días en prisión. En el mismo día, Wahlberg atacó a otro hombre vietnamita, Hoa Trinh, golpeándolo en el ojo.

Trinh, que ya había perdido la vista en ese ojo durante la Guerra de Vietnam, perdonó a Wahlberg años más tarde, afirmando que el intérprete ya había pagado por su crimen. La carrera de Mark Wahlberg no se vio inmediatamente afectada por sus actos pasados. De hecho, continuó ejecutando actos violentos incluso después de alcanzar la fama como Marky Mark y liderar el grupo Funky Bunch. En 1992, fue arrestado nuevamente por asalto y agresión después de golpear a un hombre en una cancha de tenis junto a su guardaespaldas, Derek McCall.

Buscando la redención a través del perdón

Sin embargo, la búsqueda de redención de Wahlberg comenzó en serio cuando solicitó a la Junta de Indultos de Massachusetts que eliminara sus condenas por agresión en 2014. Quería poder trabajar con niños en situación de riesgo y obtener una licencia para su cadena de restaurantes, Wahlburgers. En su solicitud, expresó su profundo arrepentimiento por sus acciones y su esfuerzo por ser un mejor ciudadano y modelo a seguir.